“El Conjuro” o “The Conjuring” (2013) fue un exitoso film de James Wan (“Saw”, “Aquaman”), que sin quererlo fue la primera parte de un Universo Cinematográfico que comenzaría a expandirse exponencialmente. El problema es que de todos los films que fueron estrenándose como spin off o secuela de aquella película, solo podemos destacar a la entrega original y a su continuación directa dirigida también por el mismo Wan. Si bien la idea de armar un mundo audiovisual compartido por varios personajes del ámbito del terror parece una buena idea, todos los relatos que fueron derivándose de aquella novedosa propuesta cayeron en los vicios y los clichés del género, cosa que los relatos del director de origen malayo evitaban enérgicamente.
“The Curse of La Llorona” no es la excepción lamentablemente, aunque se encuentra un escalón por encima de las películas de “Anabelle” (2014) y la de “The Nun” (2018). A diferencia de aquellas, esta tiene a una actriz interesante como lo es Linda Cardinelli (“Bloodline”, “Green Book”, “Scooby Doo”), la cual ha sido ignorada muchas veces por la industria sin tener el lugar que merece, y también por la dirección de Michael Chaves, que si bien es su ópera prima. demuestra ser un digno sucesor de Wan al incorporar varios de los elementos/recursos característicos de su estilo (pero con voz propia), generando momentos y atmósferas verdaderamente terroríficas. El problema principal es la falta de originalidad de la historia y el desarrollo de la misma en el guion (al igual que un abuso de los jumpscares).
El largometraje se centra en la historia de un espectro de origen mexicano conocido como “La Llorona”. Cuenta la leyenda, que el fantasma corresponde al alma de una mujer atrapada entre el Cielo y el Infierno, con un destino terrible sellado por su propia mano al descubrir que su marido le era infiel y matando a los dos hijos suyos en modo de venganza. Al darse cuenta de lo terrible de sus actos, la mujer comenzó a lamentarse profundamente y luego se suicidó. Ahora aquellos que escuchan su llamada de muerte en la noche están condenados. Se arrastra en las sombras y ataca a los niños, desesperada por reemplazar a los suyos. A medida que los siglos han pasado, su deseo se ha vuelto más voraz y sus métodos más terroríficos. Esto nos lleva a los años ’70, donde Anna Tate-Garcia (Cardinelli) es una asistente social y reciente viuda que investiga casos de abuso doméstico. En el medio de lo que parecería ser un caso normal, termina liberando al espíritu de la Llorona, haciendo que comience a perseguir a sus propios hijos. Ante este panorama adverso buscará la ayuda de Rafael (Raymond Cruz, Tuco de “Breaking Bad”), un ex cura devenido en chamán que intentará alejar al temible fantasma.
Si bien la dirección es interesante, la puesta en escena y la recreación de los ’70 es impecable, las actuaciones son correctas y el manejo de la cámara junto con la fotografía de Michael Burgess termina de generar una atmósfera asfixiante, la falta de originalidad de la historia y su convencionalismo hacen que el relato se vuelva repetitivo y de fórmula. Aunque tenemos ciertos momentos bastante terroríficos, el resultado final se ve pobre en comparación con “El Conjuro”. También, se nota un poco forzada la unión con el universo, ya que lo único que tienen en común los films es al personaje del Padre Pérez (Tony Amendola), a quien pudimos ver en “Anabelle”, pero aquí tiene una participación bastante menor. A su vez, el relato desaprovecha algunos elementos atractivos como por ejemplo el hecho de que los compañeros de trabajo de Anna comienzan a dudar de ella por los golpes y marcas que comienzan a exhibir sus hijos luego de sus encuentros con La Llorona, cosa que no hacía más que enriquecer la trama con esa ironía de que la protagonista se vea en el rol de los padres que ella tiene que supervisar cotidianamente en su ámbito laboral. Este aspecto nunca termina de ser desarrollado al igual que el personaje del Detective Cooper compañero de trabajo de su difunto esposo que en un principio parece tener relevancia pero que luego desaparece prácticamente por completo en el tercer acto del film.
“La Maldición de la Llorona” es un film fallido en varios aspectos pero bastante entretenido para aquellos que disfruten del cine de terror. Dentro del universo de “El Conjuro” es el spin off mejor hecho aunque tampoco es mucho decir. Con semejante leyenda detrás uno podría haber esperado algo más que unos cuantos jumpscares y Linda Cardinelli luciéndose en medio de un guion convencional.