Luego del gusto a poco que dejó La monja (2018), también perteneciente a este
universo expandido de El Conjuro, llega La Llorona para enderezar un poco (para
arriba) la balanza.
Ojo, no se trata de una obra maestra del cine de terror, e incluso está bastante más por
debajo de las dos películas madre de este universo, y de la última aparición de
Annabelle, pero es entretenida y cuenta con un par de sustos que valen la pena.
La cuestión particular para analizar es, justamente, al personaje, ya que es raro que
Hollywood destine recursos hacia algo de un folclore que no les pertenece. Pero, por
fortuna, los tiempos están cambiando.
Y si bien el mito de La Llorona es mexicano, tengo bien presente que me lo contaron de
chico en algún campamento o algo así. Creo que eso le suma al film. Tiene un
condimento latino universal.
No esperaba nada, mis expectativas eran muy bajas, lo que también ayudó.
También hay que decir que la película no innova, y que los sobresaltos te los ves venir.
Pero aún así, algunos funcionan muy bien porque te asustás igual.
Amén de eso, en líneas generales es una película muy simple y con una puesta muy
básica.
Se nota el bajo presupuesto -motivo por el cual el saldo quedará muy positivo- con el
que tuvo que trabajar el director Michael Chaves en su ópera prima.
A mi me dejó serias dudas, porque si hay algo bueno del terror es que no necesitás
presupuesto para asustar. Aún así, su laburo es correcto, y queda claro que dejó
impresionados a todos en Warner, ya que será él quien sustituya a James Wan en la
tercera parte de El Conjuro. Ya veremos…
El elenco está bien, pero nadie en particular para destacar.
En síntesis, La maldición de la Llora es un film de terror decente, que logra su cometido
y que es ideal para ver en pareja y/o en grupo de amigos.