Con un poco de comedia y algo de nostalgia, La maldición del guapo cuenta una poco original historia de reconciliación entre un hijo y su padre. Se estrena en Cine.Ar TV y Cine.Ar Play.
Humberto vive su vida en España, luego de haber cumplido una condena por una estafa millonaria en Argentina. Ahí también vive su hijo Jorge, con quién no puede recomponer la relación que se rompió luego de que, tras años de ser un pésimo padre, se viese forzado por su condena a abandonarlo a él y a su esposa, dejándolos sin plata y con una pésima reputación, y forzándolos a emigrar a Europa. En la actualidad Jorge vive su vida alejado de su padre, pero un hecho fortuito lo hará sentir que sólo él puede ayudarlo, con lo cual se verá obligado a aceptar retomar el vínculo padre-hijo en pos de obtener la ayuda monetaria que lo apremia conseguir.
Hemos visto ya muchas historias de padres ausentes que buscan recomponer la relación con sus hijos y, en líneas generales, suelen ser efectivas cuando se sostienen desde dos aspectos esenciales: los buenos diálogos y las actuaciones. Pero ninguno de estos dos aspectos aparecen en La maldición del guapo. Desde la primera escena se puede vislumbrar que el personaje de Humberto está construido, únicamente, desde un cliché de lo que se espera de “el chanta” argentino. Mujeriego, mentiroso y buscando todo el tiempo enredar a todos con sus palabras, cosa que se vuelve casi imposible de creer cuando los diálogos están tan mal escritos.
El conflicto del film es inverosímil y predecible, y la forma en la que Jorge va cayendo ante los avances de su padre no se condicen con el odio que le destila en cada una de las charlas que tienen, las cuales son, nuevamente, poco creíbles y muy forzadas.
Técnicamente el film tiene una agradable pero televisiva fotografía y, aunque en líneas generales es un producto prolijo, la falta de credibilidad de la historia que se cuenta hace que el producto no sea eficaz para el espectador.
Aunque se nota en La maldición del guapo el intento de recuperar la impronta de los films de estafadores del estilo El golpe (The Sting, George Roy Hill, 1973) la falta de creatividad, los diálogos forzados y actuaciones poco convincentes hacen que el film no llegue a ser un buen producto.