Entre los magrísimos tres estrenos de esta semana, y sin películas argentinas a la vista dado el sorpresivo anuncio del cierre del Cine Gaumont hasta Abril, el público deberá conformarse (?) con algunas propuestas más que desaconsejables como la repetitiva La Maldición Renace de Nicolas Pesce que traicionando su original espíritu y sentido japonés, ya va en Estados Unidos por la cuarta parte de esta saga incomprensible que no conduce a ningún lugar.
El de terror es un género muy respetable que ha generado productos de altísima calidad a lo largo de la historia del cine y no puede constituirse en una excusa de franquicia sólo para vender entradas. Se traiciona así al género y a los espectadores.
Retomando la historia original (¿cuál es el sentido de contar tantas veces lo mismo?) la acción se traslada de Japón a Estados Unidos centrando la misma en una policía (Andrea Riseborough) que acaba de enviudar y prueba suerte por estos lares y, a poco de llegar, mete las narices en esta suerte de crímenes irresueltos y en la casa que contiene estos lavados espíritus otrora japoneses.
Pesce intenta armar un puzzle con historias paralelas que fueron transcurriendo en distintos momentos temporales y las va intercalando a lo largo del relato para insuflar un poco de aire a esta temática monocorde y liviana, pero ello no basta para armar una historia contundente y los escalofríos tal vez sean producidos por el aire acondicionado elevado.
Asoman por el film además de Riseborugh, Demian Bichir como el detective, las talentosas Jacki Weaver y la habitual en este tipo de films Lin Shaye (La Noche del Demonio; Ouija) dando sustento a una nueva tradición en Hollywood que este tipo de propuestas deben contar con figuras de cierto cartel.
Pero el terror te lo debo.
POR QUE NO:
» La cuarta parte de esta saga incomprensible que no conduce a ningún lugar «