Los directores franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury filmaron en Bulgaria intentando que parezca Texas, aspirando de esa manera a mantener el nivel del film. Su desarrollo se convierte en un roadmovie, cuenta con varias escenas de sangre, violenta, gore, con cierto suspenso y con actuaciones desparejas. Cabe destacar una buena fotografía de Antoine Sanier (“Amigos intocables”) y la banda sonora de John Frizzell (“La matanza de Texas 3D”). Ideal para los amantes del género, aunque no propone nada innovador.