Hay películas curiosas que nos sorprenden cuando no esperamos demasiado de ellas. Ni Giuseppe Tornatore –un director que jamás me interesó ni aún en su supuesta buena época–, ni Geoffrey Rush –un actor que suele participar en un montón de “bodoques” cinematográficos con alguna pátina de prestigio–, me resultaban tentadores a la hora de afrontar LA MEJOR OFERTA, que para peor forma parte del género “coproducción multinacional”: está hecha en inglés por un director italiano de “prestigio internacional” en “refinadas locaciones” de varios países de Europa. Pero sin ser una gran película –muy lejos de eso– este hitchcockiano thriller romántico tiene su encanto y gracia.
La puesta en escena es sin duda académica y da la impresión que podría pertenecer a ese engendro raro que fueron las coproducciones europeas de los años ’80, pero a partir de un guión sólido y una narración ajustada, la película termina siendo un oasis dentro del género de suspenso, apostando por el clasicismo y el respeto a la inteligencia del espectador en lugar del bombardeo audiovisual que muchos hoy confunden con ritmo narrativo. De algún modo, LA MEJOR OFERTA es la otra cara de la moneda de EN TRANCE, la película de Danny Boyle que también se centraba en un misterio ligado a obras de arte.
thebestoffer1El filme se centra en Virgil (Rush), célebre dueño de una casa de remates de obras de arte, un millonario temido y respetado, bastante desagradable y creído, pero a la vez terriblemente solitario. Virgil tiene un “pequeño” secreto: un cuarto bajo mil llaves en su propia casa en el que tiene muchísimos cuadros de mujeres que ha conseguido haciendo creer a los potenciales compradores (muy crédulos y muy poco informados, se ve) que no valen nada y comprándolos él mismo a través de un testaferro, encarnado por Donald Sutherland.
El hombre es contratado por Claire, una misteriosa mujer, para que evalúe y tase la enorme colección de arte que le dejaron sus padres al morirse. Lo curioso de la mujer es que tiene una enfermedad (agorafobia) que le genera pánico a ser vista en público, por lo que se esconde en un cuarto de la casona. De a poco los dos solitarios se van conectando mediante las palabras. Virgil lo hace con la ayuda de Robert (Jim Sturgess), un joven amigo y mecánico que le da consejos románticos mientras arma un “automaton” muy similar al de la película HUGO que Virgil va encontrando de a pedazos en el caserón.
thebestoffer2Más allá que uno pueda oler de lejos que todo el asunto se va a enredar y complicar de maneras predecibles, hay algo intrigante en el juego de espejos, en las idas y venidas de la relación entre Virgil y Claire (Sylvia Hoeks), que de a poco se animará a salir del encierro. Más allá de los puntos de contacto con las dos películas citadas anteriormente en cuestiones específicas de la trama, la película en su tono y temática tiene más cosas en común con VERTIGO, ofreciendo una variante distinta a las mismas ideas (obsesión, engaño) pero con muchos elementos narrativos similares.
Tornatore no tiene el talento, la imaginación visual ni el humor cáustico de Hitchcock, por lo que su película no le hace ni sombra a aquel clásico. La subtrama del “automaton” es forzada como pocas y otras revelaciones de la trama, así como algunos diálogos, están al límite de la implausibilidad, pero de cualquier modo LA MEJOR OFERTA tiene un clima de ensoñación romántica que le hace marcar una diferencia -si se quiere, poética- respecto a los más pedestres thrillers que se estrenan habitualmente y que parecen dominados por las complicadas maquinaciones de la trama.
La participación de Ennio Morricone en la música acrecienta todavía más la sensación de que estamos ante una película de otra época. ¿Es una película de suspenso romántica de “qualité”, para un público de más de 50 que no tiene paciencia para los thrillers juveniles? Tal vez sea eso, sí, pero está bien realizada y se sigue con intriga e interés. Para lo esperado -para lo temido, digamos- es más que suficiente.