Empezar el duelo
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), cuya labor en la recuperación e identificación de restos N.N. abarca no sólo la Argentina sino que se expandió hacía otros destinos, había sido “documentalizado” por Miguel Rodriguez Arias en Buscadores de Identidades Robadas (2013) y ahora nuevamente es el eje de otro documental, La Memoria de los Huesos, del realizador Facundo Beraudi, que se puede conectar con el film de Rodriguez Arias al compartir los mismos actores observados, pero además aporta otra mirada mucho más concentrada en familiares o víctimas indirectas de las atrocidades del terrorismo de estado y su práctica de desaparición forzada de personas.
Estructurado en base a tres historias, dos en Argentina y una en El Salvador, el director toma como punto de referencia los efectos y alcances del trabajo efectuado por el EAAF y la importancia en el aporte psicológico, emocional, sin dejar de lado la búsqueda de la verdad como faro y la persistencia de la construcción del colectivo de la memoria como único punto de resistencia ante lo que aún hoy se pretende ocultar o simplemente dejar en el olvido. En ese sentido, la amalgama de zonas que atraviesa el relato se concentra en lo cotidiano de la labor de los antropólogos argentinos sin detenerse en la rica historia de este grupo multidisciplinario con más de tres décadas en el difícil tránsito de poner el cuerpo, la ciencia y el servicio ante la causa, en cementerios, fosas comunes y un sinfín de anécdotas felices y tristes a la vez.
La distancia de la cámara es otro factor determinante que abre el camino a la reflexión en la intimidad y a la observación en pleno campo de trabajo, donde el soporte de material de archivo funciona tanto desde la contextualización como en su subtrama dramática, que se complementa con algunos testimonios a cámara o encuentros de hijos en búsqueda de los restos de sus padres, hermanas como el caso de una de las principales protagonistas que también busca a su nieto, todas las historias comparten un mismo duelo, todas necesitan elaborar el final de un largo y penoso viaje entre la indiferencia, el desprecio y la estigmatización.
La Memoria de los Huesos reaviva el debate sobre cómo se construye el pasado sin quedar atrapado en un momento para así avanzar a la otra página en el propio libro con el valor de cada silencio y cada renglón que escribe otra memoria: la de un pueblo que durante mucho tiempo ni siquiera imaginó que los huesos son portadores de verdades y que las ausencias se pueden desenterrar.