El film de Miguel Cohan es interesante y atrapa, pero queda a mitad de camino en algunos aspectos.
La familia de Elías (Oscar Martínez) se vislumbra perfecta: mujer, hijas y un nieto encantador. Sin embargo, hay un secreto que intenta ocultar con todas sus fuerzas y que comienza a salir a la luz cuando su esposa muere.
La misma sangre (2019) presenta una historia de suspenso bastante bien desarrollada, que sigue un hilo conductor en el que sobresale la importancia de la herencia en la forma de actuar de las personas. Pero su falla -quizás intencional por parte del director- es que le brinda información al espectador que después no decodifica del todo. Sin tener en cuenta eso, la película fluye y genera expectativa.
Oscar Martínez, Dolores Fonzi y Santiago Vázquez hacen un gran trabajo actoral que le suma mucho al relato.
Como una especie de rompecabezas, La misma sangre consigue la atención del público. Y deja algunos interrogantes.