Con bastante experiencia en el género policial con sus películas previas “Sin Retorno” (2010) y “Betibu” (2014), Miguel Cohan vuelve a la pantalla grande para ofrecernos una película intensa que se beneficia por su modo de narrar y la capacidad actoral de su elenco.
“La Misma Sangre” cuenta la historia de una familia judía de clase media con Elías a la cabeza, un hombre que ahora se dedica al campo que dejó su padre tiempo atrás, Adriana, una mujer apasionada de la cocina, y sus dos hijas, yernos y nieto. Pero su vida cambiará cuando Adriana aparezca muerta en un aparente accidente doméstico y las sospechas recaigan en su marido.
La película comienza de una manera explosiva para dar lugar a un policial intenso donde nada es lo que parece y donde la información se va revelando poco a poco. Para ello, se decidió optar por mostrarnos dos puntos de vistas distintos de esta historia. En primer lugar, nos centramos en la perspectiva de Sebastián (Diego Velázquez), el yerno de Elías, quien comienza a sospechar, por distintas actitudes y situaciones que presenció, que su suegro no está contando toda la verdad. Es así como en esta primera instancia tenemos un tono más policial e intrigante, donde cada movimiento detectivesco se acerca a develar un misterio oculto (o no) y donde la tensión constante acaparará el ambiente. Luego pasamos a conocer la mirada de Elías (Oscar Martínez), donde finalmente las sospechas se terminan disipando para conocer la realidad de los hechos. Se aborda, en este caso, un drama más familiar, que, aunque no diluye el interés, pierde un poco de fuerza en su desarrollo para terminar con una conclusión potente, a través de un mayor protagonismo de Carla (Dolores Fonzi), la hija mayor del matrimonio.
Además de este óptimo recurso utilizado y de la creación de un clima tenso y opresivo, otro de los grandes aciertos del film es el elenco. En primer lugar nos encontramos con un Oscar Martínez que sabe componer a la perfección este tipo de papeles de hombres duros, misteriosos y complejos. Pero sobre todo podemos destacar la labor de Diego Velázquez, un actor que viene sonando fuerte en los proyectos nacionales y que logra obnubilar a partir de los silencios y movimientos pausados, consiguiendo ese ambiente intenso que tan bien le sienta al film. Dolores Fonzi también se encuentra muy bien en su rol, sobre todo, como decíamos, hacia el final de la cinta donde cobra un protagonismo mayor. A este trío protagónico se le suman Paulina García como Adriana y Luis Gnecco como Lautaro, dos secundarios provenientes de Chile que aunque con un papel menor son los que desencadenan distintas situaciones relevantes para la trama.
La fotografía, la música y los planos (sobre todo aquellos primeros planos durante ciertas confesiones) consiguen mantener el clima del film durante todo momento, ayudando a que se pueda desarrollar la historia.
En síntesis, si bien “La Misma Sangre” puede perder un poco de fuerza antes de su conclusión, Miguel Cohan logra brindarnos un buen thriller nacional, donde los distintos puntos de vista de una misma historia, el clima intenso que se mantiene en casi todo momento y las actuaciones del elenco son los puntos más destacados del film.