Con este relanzamiento, film de aventuras/terror, se inicia una serie intitulada Universal Dark Universe que quiere resucitar a los monstruos clásicos y no va a parar hasta Drácula, con paradas en El Hombre Invisible, con Johnny Depp, y Frankenstein, con Javier Bardem. Aquí, la momia milenaria tiene la belleza de la actriz Sofia Boutella, y el héroe a su pesar es Tom Cruise, en plan Indiana Jones. Y ya sabemos que el hombre todo lo hace bien, incluso esto de tomarse el pelo a sí mismo mientras corre como un joven de veinte o se golpea contra las paredes de un avión en picada, todo sin dejar de derrochar humor y simpatía. Cruise juega, en La Momia, con dos guionistas talentosos, sus colaboradores habituales (David Koepp y Christopher McQuarrie) y hay, por lo menos, tres muy buenas escenas de acción. También hay un divertido Russell Crowe como Dr. Jeckill, adicto a la sustancia que lo mantiene de este lado de lo monstruoso. Lo demás es menor, sobre todo en una segunda parte enrevesada y estirada sin sentido, con plots centrados en el poder de una piedra, pavadas que de ninguna manera se justifican por enfocarse en un target juvenil.