Como es sabido, en Hollywood faltan ideas originales desde hace ya varios años. Es por ello, que están en auge las secuelas, remakes y reboots de films exitosos. Los monstruos de Universal no pueden escaparle a esta premisa y es por ello que se está gestando un universo cinematográfico que lleva el nombre de Dark Universe.
Si bien el Universo Cinematográfico que más tiene presente la gente es el de Marvel, Universal Pictures fue pionero a la hora de concebir esta idea. En la década de los años ‘20 y ’30 se comenzaron a realizar estas películas con “El Jorobado de Notre Dame” de Lon Chaney como el inicio de todo. Luego vinieron “Drácula” (1927) y “Frankenstein” (1931), y en 1932 llegó la primera entrega de “La Momia” con Boris Karloff que ya había tenido la oportunidad de mostrar su afición al terror con la adaptación del clásico de Mary Shelley.
Con el transcurso del tiempo se dieron varias secuelas y reboots, entre ellas la versión de Peter Cushing y Christopher Lee en 1959 y las más recientes de Brendan Fraser como protagonista.
A 9 años de la última aparición del espectro arcaico, y como idea principal de relanzar no solo una franquicia sino el potencial de cruzar a varios de los monstruos en una serie de films relacionados, Alex Kurtzman (“People Like Us”), producto de la factoría de JJ Abrams, nos trae un film entretenido y vertiginoso con algunos problemas narrativos y con pocas cosas que no hayamos visto previamente.
La historia es sencilla y conocida, una antigua reina egipcia (Sofia Boutella) fue momificada viva luego de matar a su padre y al heredero al trono. En la época actual, Nick Morton (Tom Cruise), un cazarrecompensas descubre la tumba de la mujer, y desata una maldición que ha crecido hasta límites insospechados con el paso de miles de años.
Como bien dije antes, “nada nuevo bajo el sol”, y lo peor de todo es que la película peca de cometer algunos errores vistos en versiones anteriores. En primer lugar, hay una tendencia a la sobreexposición y a revelar toda la trama mediante diálogos o incluso a través de una introducción a modo de prólogo, donde no dejan nada a la imaginación o a la interpretación del espectador. Un error común el de subestimar al público.
Por otro lado, el personaje de Annabelle Wallis (“King Arthur: Legend of the Sword”) es intrascendente, no llega a desarrollarse o a tener motivaciones claras. Está ahí para hacerle compañía a Tom Cruise y para sugerir un interés romántico que tampoco hace a la narrativa del film. Incluso no sale del papel de “damisela en apuros” y le saca dimensionalidad y carácter al personaje. No aporta nada, más allá de una floja personificación de la actriz, y da la sensación de que la película se hubiera beneficiado con la presencia de un personaje femenino fuerte.
La participación de Jake Johnson (“New Girl”) tampoco tiene mucha razón de ser, salvo la de ser básicamente el comic relief del asunto, cosa que juega en contra a la película cuando su personaje deja de estar en pantalla, ya que el resto de los momentos que intentan ser cómicos se los nota algo forzados.
Ahora pasaré a enumerar los aciertos de la cinta. En primer lugar, siempre es complejo el inicio de un universo expandido y las situaciones pensadas para desarrollar este mundo compartido son muy buenas. La participación de Russell Crowe (“Gladiador”) como Dr. Jekyll/Mr. Hyde es muy buena y nos da ganas de ver un poco más, tanto del personaje como de la articulación que van a tener los distintos monstruos entre sí. Lo único que pareció un poco flojo fue el diseño de Mr. Hyde, que seguramente cambie para su film en solitario.
Por otro lado, la personificación de Sofia Boutella (“Star Trek Beyond”) cumple su cometido y nos demuestra su comodidad para realizar estos tipos de films fantásticos y de aventuras. De Tom Cruise no queda mucho para decir, solo que es sorprendente que a los 54 años todavía tenga la habilidad de hacer esas escenas impresionantes y exigentes desde el aspecto físico.
Los efectos especiales son más que dignos, sobre todo en los “zombies momificados” que genera la momia del título, y las escenas de acción son espectaculares más allá de alguna que otra objeción (¿Por qué tenemos la nube de polvo con cara otra vez?).
En síntesis, “La Momia” es una película que a pesar de la sensación de deja vú y las inconsistencias del guion nos entretiene mediante acción trepidante y la promesa de un universo expandido interesante.
Puntaje: 3/5