Santa mierda. Si hace rato que no ve una película de terror que lo entusiasme, espere a ver La Autopsia de Jane Doe. No es perfecta - el último acto tiene inconsistencias porque pretende explicar lo inexplicable - pero, durante la mayor parte del tiempo, tiene un clima de la p... madre. Oh, sí, hoy nos excedemos en el francés, pero sólo pasa cuando encontramos algo que nos shockea. Y cómo.
El responsable de esto es André Overdal, el mismo de Troll Hunter - que era una locura linda, pero no dejaba de ser simplemente eso -. El tipo parece que vió El Conjuro y quedó impresionado, tanto que lo próximo que quiso hacer es una de terror. Así es como encontró este libreto de Ian Goldberg & Richard Naing - dos tipos que se pasaron guionando series como Once Upon a Time - y quedó prendado. El resultado es una clase maestra de cómo hacer horror con gran altura, mezclando los ingredientes correctos: personajes inteligentes, un misterio a resolver, acertijos y mas acertijos, una atmósfera de la hostia, y un lugar cerrado cuyo escape es imposible... lástima que uno ha quedado encerrado con el engendro de turno.
Desde ya, La Autopsia de Jane Doe no es para cualquiera. La pantalla chorrea sangre y tripas, no sólo desde el vamos - en donde la policía descubre una típica masacre familiar y el cuerpo de una mujer desconocida enterrado en el sótano, la cual no tiene identificación posible y cuya procedencia es un misterio -, sino porque en el proceso investigativo en el laboratorio forense se ve como van cortando en rodajas a la occisa. Es una autopsia en primerísimo plano, lo cual a más de uno le dará vuelta el estómago: destripan, despellejan, cortan cráneos, encuentran chanchadas... pero, diferencia de las películas italianas de zombies - que gustaban de ser lo mas revulsivas posibles - el destripamiento acá es tolerable debido a que es parte del fascinante análisis forense que llevan adelante Brian Cox y Emile Hirsch. Mientras estos tipos encuentran órganos dañados, flores venenosas y pergaminos antiguos plagados de símbolos mágicos en el interior de la chica muerta, afuera parece estar desatándose el fin del mundo. Es como si le hicieran la autopsia a La Momia (versión Brendan Fraser): un ser antiguo y maligno al cual le metieron todo tipo de conjuros para impedir que regrese a la vida... y justo estos tipos se los están sacando.
Es imposible describir todo lo que les pasa a Cox e Hirsch en la morgue - que, para colmo, está un par de pisos bajo tierra -. Hay un clima fantasmagórico en donde las visiones abundan, los muertos regresan a la vida, y no hay escape posible... a menos que descubran qué mató a la chica en primer lugar. Quizás desactivando eso, logren detener el poder maligno que han despertado... y que amenaza escaparse de allí para tomar por asalto al mundo.
Si hay un aspecto flojo, ése es el tercer acto. (alerta spoilers) Quizás el problema no sean las explicaciones de turno sobre quién es la muchacha, sino las recetas improvisadas para combatir los poderes que destila. No me resulta muy satisfactorio... aunque es un ensayo que dura apenas unos minutos hasta llegar al verdadero climax que - como toda película de terror que se precie de memorable - es pesimista. (fin spoilers)
La Autopsia de Jane Doe es una película recomendadísima. Lo que sí, no cene antes de verla, a menos que quiera ver dentro de un rato cómo sus alimentos vuelan por el aire. Es intensa e inteligente, tiene una parva de sustos efectivos, buenas perfomances y, sobre todo, un clima de la hostia, el cual termina pegado a vos aún después de haber terminado de ver la pelicula.