La morgue : Cuando los muertos hablan.
Un médico forense y su hijo reciben el cuerpo de una joven asesinada y se enciende el misterio. Una película tenebrosa que genera buenos climas y mucho suspenso.
El realizador noruego André Ovredal -Trollhunter- transita nuevamente por la senda del terror en su segunda película y lo hace crispando los nervios del espectador, lo que no es poco para los tiempos que corren dentro del género.
La morgue -La autopsia de Jane Doe en su título original- nos introduce en un mundo frío y pesadillesco y despierta los temores más íntimos cuando el forense Tony Tilden -Brian Cox- y su hijo Austin -Emile Hirsch- reciben el cadáver de una joven que fue encontrada bajo tierra en el sótano de una casa.
Acostumbrados a trabajar con cadáveres y con un hijo que recibe los conocimientos médicos de su padre dentro de la actividad, la película les reserva unas cuantas sorpresas a los personajes que intentarán develar la intriga de un cuerpo que no presenta ninguna causa aparente de muerte.
La vieja casona que tiene su laboratorio y servicio de autopsias en el subsuelo resulta lo suficientemente claustrofóbica y tenebrosa como para que cualquiera dude en visitarla. El director se las ingenia desde el comienzo para instalar una sensación de que algo ocurrirá de manera inminente, jugando con la atmósfera pesadillesca y el tono científico -los primeros planos de la víctima- y sobrenatural, en su segundo tramo, y lo hace con los mejores instrumentos quirúrgicos, generando climas más que bienvenidos para este tipo de producciones.
Esta es una película sobre fantasmas, maldiciones y un caso que coloca los protagonistas al borde del peligro y las dudas constantes. Todo el peso lo llevan Emile Hirsch -La hora más oscura y recordado por Meteoro- y el veterano Brian Cox -Zodiaco- con buenos trabajos, ya que todo recae sobre sus espaldas y en un puñado de personajes como la novia que visita la morgue y el sheriff. El resto es tensión, solvencia y un final que para muchos podría opacar el nivel general de la película, pero con una propuesta que demuestra que los muertos también hablan.