La muerte de Marga Maier, de Camila Toker
Por Gustavo Castagna
Un crimen, varios sospechosos, un paisaje geográfico acorde a la intriga y la incertidumbre ocasionado por el hecho en sí mismo, algún hálito del género fantástico que se entromete en las costuras del policial, un caso a resolver a cargo de la ley de compleja resolución. O de una ley que parece ajena a una postura ética frente al mundo.
Con esos condimentos temáticos y formales, dirigidos a conformar un rompecabezas que oscila entre el whodunit y una historia que tiene más de una cercanía con los relatos breves de “Variaciones en rojo” de Rodolfo Walsh, la actriz Camila Toker propone su primera película a solas y dentro del territorio de la ficción.
En efecto, La muerte de Marga Maier, en ese paraje de estancieros, pulperías, campo traviesa, policías violentos e hipotéticos herederos y / o compradores de los bienes de la difunta, en esos climas turbios e inquietantes, repletos de personajes dignos de temer, la película entrega sus mejores momentos: ciertos atmósferas y tensiones internas, cruces y sospechas, relatos sobre maldiciones y un diamante desparecido gobiernan en más de una oportunidad el devenir del relato.
Del otro lado de la balanza, las relaciones que se establecen entre los personajes, en varios zonas narrativas, aparecen como forzadas, enfáticas en la acumulación de palabras que alejan el interés que se pueda tener debido a la búsqueda del responsable de la muerte de Marga Maier.
Esos traspiés se traslucen en la exposición de un guión que se empantana en datos inútiles y menores y en ir desovillando una trama que necesita de un mayor rigor visual que reemplace a la palabra escrita, eficaz pero hasta cierto punto.
Todos los personajes son sospechosos en medio de una narración que divaga entre la certeza y el desinterés que describen determinadas escenas.
Ocurre que en más de una oportunidad, la historia deja de interesar, inclinada a exhibir una tipología de personajes genéricos de inmediato reconocimiento y solo eso, desde la cáscara del estereotipo, sin profundizar demasiado en complejidades. En ese punto, el plantel actoral, encabezado por la excelente actriz Pilar Gamboa, se esfuerza por no escaparse del verosímil que requiere estar contando una historia policial en donde los sospechosos son los de siempre. O todo lo contrario.
LA MUERTE DE MARGA MAIER
La muerte de Marga Maier. Argentina/Brasil, 2017.
Dirección: Camila Toker. Producción: Martín Cuinat, André Gevaerd, Pablo Ingercher Casas, Francisco Pittaluga y Alezandre. Tastardi. Fotografía: Ben Battersby . Música: Fernando Tur. Intérpretes: Pilar Gamboa, Luis Machín, Ivo Müller, Mirta Busnelli, Sergio Boris. Duración: 104 minutos.