Una mujer vuelve a la estancia famliar de Punta Indio para venderla, pero cuando llega descubre que la casera fue asesinada. Hay vaqueanos, terratenientes, policías de provincia, forenses de pocas palabras y personajes que saben más de lo que dicen, en torno a una muerte que termina por inscribirse en una vieja maldición familiar. Demasiados personajes contando, diciendo, lo que sería más entretenido ver, frente a una cámara que se mueve injustificadamente y un relato que deja cabos sueltos o desaprovechados. Quizá con las pretensiones más acotadas, esta película podría haber redondeado más su material, tan intrigante como atractivo.