La muerte de un perro de Matías Ganz. Crítica
La sangre de los otros
Cristina Lopez Hace 2 días 0 15
El primer largometraje del director uruguayo Matías Ganz combina con maestría el suspenso y la sátira social.
LA MUERTE DE UN PERRO - Dir. MATÍAS GANZ - YouTube
Mario finalmente logra cerrar el bolso. Él llega en su auto al cementerio y se dirige al crematorio. “La muerte de un perro” (2019) se estrenará en Cine.Ar el jueves 5 de noviembre. Este filme habla de una otredad amenazante construida desde el imaginario de la clase media. La pregunta clave es: ¿Dónde se hallan los fantasmas que persiguen a los pequeñoburgueses?
Silvia y su esposo Mario, dueño de una clínica veterinaria, viven tranquilos en las afueras de Montevideo, en la comodidad hogareña, hasta que un episodio de mala praxis lo involucra. Este hecho le provocará una serie de desgracias e intrigas a toda la familia.
– ¿No tendría algo pa´ dar? – pregunta un indigente en la puerta de la casona matrimonial. Los pobres están en el perímetro de la propiedad privada y la mujer se siente cada vez más atemorizada. El único contacto que establece con ellos se da a través del portero eléctrico. Ella los observa detrás de los cortinados de la casa. No se los puede quitar de la cabeza. Sus obsesiones crecen día tras día.
A Dog's Death by Matías Ganz | Trailer on Vimeo
Los comentarios negativos aparecidos en las redes sociales difaman la buena reputación del veterinario y llegan al celular de su hija. La armonía familiar pequeñoburguesa, basada en rituales y en lugares comunes respecto del “deber ser social”, se ve transformada. Ellos ya no serán los mismos. La muerte y la sangre no los dejarán descansar.
Varios grupos ecologistas reclaman en la puerta de la clínica. Ellos también constituyen una alteridad que perturba a la pareja, pero el cinismo del matrimonio los hará victoriosos. El “lucro cesante” será el reclamo judicial que les devolverá la paz económica. Como en el clásico de Luis Buñuel El discreto encanto de la burguesía (1972), la hipocresía enlaza los límites entre lo real y lo verosímil.
Mario y su esposa intercambian miradas opacas y cómplices. Unos ladrones han entrado en la casa, pero nunca se cuenta qué robaron. Lo único relevante y simbólico es el excremento que les dejaron arriba de la cama. Guadalupe, la mucama, es la encargada de limpiar la suciedad. Silvia siempre desconfía de la joven. Su presencia la angustia y la llena de pensamientos persecutorios.
Un perro muerto al comienzo del filme. La categoría gramatical “un” (pronombre indefinido) instaura el lugar del otro indeterminado. Un ser que puede ser cualquiera. La mujer limpia con desesperación las manchas de sangre que tiñen el césped del jardín. Una escena se repite en el crematorio del cementerio: el horno está por encenderse. Cada uno elige cómo ahuyentar a sus fantasmas.