Sensibilidad directa
Todo funciona bien porque hay un compromiso para interesar al espectador por parte de realizador y actores.
No es fácil contar historias chicas, de puros personajes y situaciones cotidianas apenas extraordinarias –en este caso, una mujer joven con las cenizas de una amiga, un regreso a pueblo natal, un amor fallido–.
En este caso, todo funciona bien porque hay un compromiso para interesar al espectador por parte de realizador y actores. La sensibilidad se transmite directa y el film emociona sin subrayados ni redundancias.