El Negocio del Arte
La película de Lino Pujía, La muestra (2009) narra las peripecias con las que se topa un artista plástico y su familia al tratar de exponer su obra. Mediante esta anécdota personal, en clave de tragedia, se vislumbran los pormenores y negociados que existen entre la producción y la difusión del arte.
Antonio Pujía se interpreta a si mismo, para narrar mas de cerca su odisea por hacer una muestra de su obra. Su mujer y sus dos hijos Sandro y Lino (director de la película) son quienes impulsan el proyecto luego de los obstáculos presentados, demostrando que la obra de un artista sólo puede interesarle a los expositores si produce dinero para sus bolsillos.
La idea de docudrama deambula por el relato, debido a que son los mismos protagonistas del hecho real, los que protagonizan la película reconstruyendo los acontecimientos. Y no es casual, hay todo un juego propuesto desde el comienzo por el director Lino Pujia, hijo del artista plástico, que conjuga lo extraordinario de la realidad (lo sucedido para llegar a la muestra en el Museo Sivori) y lo anecdótico de la ficción, con el texto que da comienzo al film remarcando “Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia”.
La banda sonora juega un papel esencial en la estructura del relato. Las óperas “Carmen” de George Bizet, “Le chant des titans” de Gioachino Rossini y “Il ritorno d’ Ulisse in patria” de Claudio Monteverdi; son algunos de los ejemplos que le dan al film una suerte de aire trágico en la figura del artista luchando por hacer pública su obra.
La temática de la película La muestra viene a mostrar –valga la redundancia- los variados obstáculos que impone un negocio planteado en función del arte, dejando llegar a las galerías sólo a aquellos que cuentan con el dinero para hacerlo. La unión familiar será imprescindible para lograr el cometido buscado.
Pero quizás lo más interesante del film viene a reflejarse en el caso de Antonio Pujía como ejemplo de la labor del artista. El trabajo de la producción y la difusión que deberían ir de la mano, parecen estar cada vez mas separados. La producción representada como una labor personal, costosa que personifica toda una vida de trabajo y esfuerzo dedicado al arte; mientras que, por otro lado, los innumerables problemas de difusión que no permiten al creador exponer su trabajo al público y con ello mostrarse como artista.
Paradójico es el caso del film, como producto artístico y cultural que -si bien el esfuerzo de su realización requiera tal vez otra película- se estrena sólo en la sala Gaumont de los Espacios Incaa, con una sola copia. El problema de la difusión que plantea la película sigue con ella y así, la odisea continúa.