El equilibrio para empezar a creer
En La mujer maravilla (2017), Diana (Gal Gadot) es la princesa guerrera de una isla paradisíaca lejana al mundo exterior. Cuando el piloto norteamericano Steve Trevor (Chris Pine) se estrella a orillas del mar, le advertirá de un peligro inminente que acecha al mundo exterior. Diana responderá al llamado de justicia para acompañar a Trevor y así terminar con la gran guerra, descubriendo su propio destino y conociendo quién es realmente. La mujer maravilla representa la primera adaptación al cine del personaje icónico de Dc Comics, creado en 1941.
La directora Patty Jenkins (Five) nos da un vistazo del crecimiento y desarrollo de Diana desde que es pequeña en Themyscira, la isla en la cual sólo habitan mujeres. Paso a paso vemos como se forja la personalidad de una mujer especial que, conforme al paso del tiempo, entiende los conceptos más puros del bien, el mal, la venganza, la ética y la moral pero por encima de todos ellos, la justicia. Así, La mujer maravilla construye su relato sin titubear, tomándose el tiempo necesario para acentuar las bases ideológicas y de pensamiento de Diana frente al mundo que todavía le resulta desconocido.
Cargada de acción, nostalgia y con buenos momentos de humor -gracias a Chris Pine– el argumento de La mujer maravilla nunca decae ni hace perder el foco e interés al espectador: Gal Gadot impone con su presencia, carácter, dulzura y también ingenuidad, ya que le resulta difícil de adaptarse a un mundo corrompido por la avaricia, la maldad, ira y maldad del hombre.
Elegir a Geoff Johns, famoso e importante guionista de cómics de la empresa para que se encargue del guión de la película fue otro acierto de DC. Más allá de pequeñas licencias en cuanto a la adaptación al cine, la esencia del personaje creado por William M. Marston en 1941 se percibe en la gran pantalla y conmueve. La mitología que rodea a la Princesa Diana impulsa a la trama mientras que se relaciona de manera eficaz con el mundo moderno en guerra, sin perder nunca el balance de un lugar ni del otro -a pesar de tener errores de interpretación y de tiempos-.
La fotografía como también la música de La mujer maravilla cierran a la perfección la identidad que Jenkins ideó para la película, manteniendo el matiz oscuro y sombrío, en gran parte como marca DC en el cine pero sin perder el tono noble que impone La mujer maravilla. Con tantas escenas impresionables de acción, lucha y conflicto; por momentos el uso de CGI no fue tan acertado en su realización, aunque en su composición final si genera un producto digno y aceptable.
Pese a las dudas que se habían formado en el público cuando se anunció su participación; Gal Gadot es la punta del iceberg de la mejor película de DC en el cine hasta el momento. La esencia de La mujer maravilla brilla desde que conocemos a una joven Diana que sueña con convertirse en una princesa guerra. Gadot entendió el rol que debía ejercer y representó a la perfección un símbolo de mujer que trascendió generaciones y tendencias. Desde las escenas de acción hasta donde el drama, la impotencia y la desolación hacían sucumbir a Diana. Chris Pine es otro foco fuerte del film, siendo el eje entre el mundo casi ficticio de Diana y el otro donde la guerra estallaba por los distintos frentes de Europa. El espía norteamericano Steve trevor es quién aporta las dosis de humor, reflexión sobre el amor, las relaciones entre hombres y mujeres como también el sentido del honor y la justicia, tan importantes e inquebrantables para Diana. En un mundo con leyes y direcciones muy dispares a las suyas, Trevor es quien explica e ilumina un camino que, muchas veces, se torna más oscuro e indescifrable para la princesa guerrera. La simetría, química y simbiosis entre ambos los vuelve inseparables en todo el desarrollo del film.
Robin Wright (House of Cards) es otro gran acierto en el cast como la General Antiope, quién entrena, forja el carácter de Diana y la expone a la primer gran pérdida de su vida. Connie Nielsen (The good wife) también aportó una gran perfomance como la Reina Hippolyta y su madre, quien tratará de proteger a su hija y reino por encima de todo, hasta de la verdad oculta que rodea el nacimiento de Diana.
Tal vez uno de los errores del films fue la personificación de los demás actores masculinos en la película: ni David Thewlis (Fargo) ni Danny Huston (Frankenstein) fueron los exponentes más representativos con la historia a contar y su culminación, aunque posiblemente esa fuera la intención de Jenkis. Sin embargo, eso no significa que no hayan logrado lo que su papel les exigía, mostrando las distintas facetas del bien y el mal, aunque a veces no son tan distintas como parecen.
Sin lugar a dudas, La mujer maravilla es la mejor película del Universo DC en el cine a base de una gran dirección, argumento y un elenco digno a la altura de la primera adaptación a la gran pantalla del personaje. La mujer maravilla cumple con lo que propone: entretener en base a la acción y el descubrimiento de un mundo nuevo en el que Diana debe adaptar sus estandartes de valor, justicia, el bien y el mal.