Mientras Superman y Batman han acumulado décadas de éxitos y algunos cimbronazos en el cine y la televisión, Wonder Woman de momento solo contaba con una serie de culto protagonizada por Lynda Carter en la década del 70 y numerosos intentos fallidos por llevar su historia a la meca del cine.
Es menester destacar que en la inmensa mayoría de las adaptaciones hollywoodenses del comic a la pantalla grande, las figuras femeninas han tenido poco más que una mera función decorativa. Pero la Wonder Woman de Gal Gadot, desde su debut con una contundente entrada en BATMAN V SUPERMAN, supo dejar en claro que un cambio de paradigma estaba concentrándose a su alrededor.
Dirigida por Patty Jenkins, WONDER WOMAN es la película más categórica y homogénea que WarnerBros ha realizado respecto al emergente universo cinematográfico de DC Comics. La sensatez y el sentimiento definen esta celebrada adaptación inaugural de Wonder Woman a la pantalla grande, que si bien se trata de una clásica historia de origen, ofrece un propicio desarrollo respecto al tópico del camino del héroe, perdón, en esta ocasión “heroína”. Aludiendo a la sensatez de trabajar un relato sin colocar cualquier otro nivel narrativo adicional para, finalmente, obtener un resultado por demás claro y satisfactorio.
WONDER WOMAN nos presenta una producción que se toma las cosas con mucha mayor calma que la trepidante BATMAN V SUPERMAN de Zack Snyder con sus (muchos) méritos y (no tantos) defectos. El relato inaugural de la princesa amazona en la pantalla grande resulta ser la película que WarnerBros/DC Entertainment necesitaban para establecerse con un renovado espíritu y mayor solidez de cara a un universo cinematográfico integrado, incluso ante la severa mirada de un sector de la crítica que parecía ensañada ante el advenimiento colectivo de los superhéroes de DC compitiendo con los Marvelitas Avengers.
La realizadora Patty Jenkins (Monster; The Killing) lleva su labor con solvencia y resultados por demás convincentes que denotan un idóneo equilibrio, atención por la fluidez y ritmo narrativo de la película. Consciente de la presión alrededor de la tarea que representa la primera película protagonizada por la heroína más grande del comic, Patty Jenkins opta por definir las formas sencillas y sin estridencias de una historia clásica de origen: una hermosa fábula respecto al origen mitológico de Diana, la princesa amazona y su encuentro con el mundo de los hombres. WONDER WOMAN es una película que encuentra su inspiración a la luz del encanto narrativo de clásicos como SUPERMAN (Richard Donner. 1978) e INDIANA JONES (Steven Spielberg. 1981), relatos que privilegian y resguardan su inocencia por encima de una inigualable impronta épica, fantástica y aventurera.
El guión de Allan Heinberg ( Gilmore Girls, Grey´s anatomy) captura la esencia de las viñetas originales del psicólogo William Moulton Marston y el dibujante Harry G. Peter, publicadas por primera vez en las páginas de All-Star Comics #8 en diciembre de 1941. Heinberg motiva que los acontecimientos de WONDER WOMAN (2017) tengan lugar durante la primera guerra mundial, para acentuar la divinidad y condición eterna del personaje, desmarcándose de cierta familiaridad con la segunda guerra mundial y el contexto popular del Capitán América.
La trama de la WONDER WOMAN relata el origen de Diana como una semi-diosa, amada hija de Hipólita (Connie Nielsen), reina de las amazonas. A pesar que su madre hace todo para protegerla, no lograra evitar que Diana se vuelva una amazona diestra en el arte de la batalla. El destino de la joven es inobjetable desde el momento en que accidentalmente el piloto americano Steve Trevor ( Chris Pine ) sea rescatado por la princesa en cercanía de las isla de Themyscira. Tomando conocimiento de la primera guerra mundial, Diana emprenderá así su periplo heroico en un intento de salvar a la humanidad, dispuesta a contener la ferocidad humana desatada en la por los horrores bélicos, Una instancia que alimenta la esencia de su más categórico adversario: Ares, el dios de la guerra.
Tanto en su primera adaptación a la pantalla grande como en las viñetas inaugurales, Wonder Woman siempre ha representado un icono que supo transitar relatos impregnados de metáforas sobre el feminismo, la opresión y la manera en que las mujeres resultaban desestimadas debido a un prejuicio social de debilidad.
Además de ser la primera superproducción destinada a un personaje femenino e icono de la cultura popular del ámbito superheroico tanto de DC como de Marvel Comics, WONDER WOMAN es la primera película de su género dirigida por una mujer. Dando evidencia concreta que Patty Jenkins es una idónea realizadora para llevar a cabo cualquier superproducción que se le presente.
La osadía es algo que caracteriza las decisiones de casting de Zack Snyder como productor general del universo cinematográfico de Warner/DC Comics. Cuando la modelo y actriz israelí Gal Gadot (Fast & the furious) fue elegida para interpretar a la popular superheroína muchos tomaron la noticia con desconfianza lanzando juicios de valor a raudales, considerando que se trataba de una actriz inexperta e inclusive que resultaba demasiado delgada para encarnar a uno de los mayores iconos del cómic. Entonces sucedió, la presentación de Gal Gadot en BATMAN VS SUPERMAN resulto inobjetable, por demás cautivante y una verdadera fiesta para celebrar en el cine los 75 años de vida de Wonder Woman en los comics. Y llego entonces el momento de dar el siguiente paso: Gal Gadot con su carisma supo ganarse a los espectadores, por demás lista para protagonizar la película dedicada a la princesa amazona.
En WONDER WOMAN, Gal Gadot captura la esencia del personaje desde la intrépida princesa Diana, hasta el épico nacimiento de una abnegada heroína forjada por la fuerza de su género. Chris Pine (Star Trek) es su coprotagonista, interpretando a Steve Trevor, un héroe forjado en la tradición de clásicos referentes del cine de aventuras como Errol Flynn y Douglas Fairbanks Jr-, quien junto a Wonder Woman y un pintoresco grupo de aliados guiaran a Wonder Woman detrás las líneas enemigas.
Se podrá considerar que los dos villanos representados por Elena Ayana interpretando a Doctor Poison y Danny Huston como el loco general alemán Erich Ludendorff resulten algo genéricos, pero lo cierto es que son simples marionetas detrás de una deidad que se prepara para ajustar cuentas con la princesa amazona, su propósito y su estirpe.
Wonder Woman no se trata de una película de héroes contra villanos, refiere de la aparición de un una heroína y su contacto con el mundo, en la que acaso sea la primera película de superhéroes con una protagonista que no es tomada como un simple símbolo sexual, sino que resulta la encarnación idónea de un mensaje de justicia, paz e igualdad.
Yo te saludo amazona!