Ni piano, ni gracia, ni sentido
Piensen en la vida de una ama de casa. Una mujer sin hijos. Alguien que vive para cocinar y limpiar, aunque también trabaje un poco pero es algo absolutamente aburrido. Un marido que no le da mucha bolilla. Agreguen a esto una personalidad aburrida, chata y sin incentivos. Cha chan, he aquí la película de la que me toca hablarles hoy. Claramente si el sentido de relatar esto no tiene una base fuerte, la producción se cae en los primeros minutos. Uno espera atento encontrar algo nuevo y llamativo entre la nada, pero pasan los minutos y nunca llega.
La mujer sin piano es un film realmente insulso y con falta de gracia. Los diálogos son escasos y no hay reflexiones más que unos cuantos silencios. La vida de Rosa es patética pero que el director haya elegido hacer esta película tan vacía, más patético aún. Ni un hilo de caridad brota en mí como para resaltar algún merito del director, al cual se ve que no se le caía una idea. Sin embargo, hay un poco de mérito tras la nube negra y les hablo de los paneos, que construyen la información para los espectadores de una forma atractiva. Pero siempre llevando a un objetivo muy lejos de lo llamativo.
Ya les digo, si el interés del director era simplemente contar cómo una mujer rompe con su rutina en una noche que escapa de su vida por un rato podríamos decir que lo logra. Y siendo mala diría que ni siquiera, porque cuando está fuera de su casa vistiendo inclusive diferente, con peluca también, para sentirse otra, actúa de forma tan aburrida como acostumbra.
Hay una especie de moraleja escondida dentro del hombre polaco con el que Rosa habla en la noche que desea escaparse. Hay en él un gran ánimo de lucha que Rosa no tiene. El hombre le enseña con su propio ejemplo lo que significa no rendirse ante los obstáculos. El le cuenta cómo odia no poder arreglar las cosas (en general) y cómo disfruta de arreglarlas, pero a su vez cómo busca siempre las soluciones. ¿Suena un poco cursi no? Bueno, imagínense el resto si esto es lo único interesante para contar.
Asimismo el film es demasiado largo por lo poco que tiene para decir, si es que quiere decir algo (me lo sigo preguntando). Pensaba que quizás esa lentitud o falta de diálogo llevarían de una vez por todas a un material desafiante para el espectador, algo que provocara aunque sea disgusto. Pero nada, no provoca absolutamente nada.