Rebelde con causa.
La música de mi vida cuenta la historia de Javed, un adolescente británico hijo de padres paquistanÍes que se siente identificado con la música de Bruce Springsteen. Basada en hechos reales, está dirigida por Gurinder Chadha, y protagonizada por Viveik Kalra, Kulvinder Ghir, Nell Williams, Aaron Phagura y Haylet Atwell, entre otros.
La historia transcurre en 1987, en Luton, una pequeña ciudad del Reino Unido, donde vive Javed, un joven que descubre en Bruce Springsteen a un artista cuyas letras expresan lo que le pasa y lo ayudan a ganar seguridad en esa etapa difícil de su vida. Pero también lo enfrentan con su padre, porque se vuelve una fuente de inspiración para expresarse mediante la literatura, en lugar de estudiar economía para ser un comerciante exitoso.
Lo primero que vale la pena destacar es la empatía que genera su protagonista con los espectadores, y ayuda mucho que no sea un actor conocido, porque vemos a una persona común con los mismos problemas que tuvimos todos a su edad. Por eso la película puede ser disfrutada sin conocer la obra de Bruce Springsteen, y se justifica la polémica decisión de incluir frases de sus canciones en la pantalla, además de que obviamente ocupan buena parte de la banda sonora.
Otra cosa que hay que destacar es la gran actuación de Kulvinder Ghir, en el papel más estereotipado, pero a su vez el más complejo. Porque no se limita a cumplir únicamente la función de comic relief, sino que también es un antagonista que atraviesa una crisis de identidad similar a la de su hijo, porque cuando es despedido de su trabajo deja de ser el sostén económico de su familia.
Pero el punto en contra está en que La música de mi vida abarca demasiados temas, cuya directora vivió personalmente porque nació en Kenia y se crio en Inglaterra. Y si bien lo hace de forma orgánica, la duración resulta excesiva, haciendo que el espectador corra el riesgo de perder el interés en la segunda mitad, cuando todavía falta para el clímax.
En conclusión, La música de mi vida recuerda a El club de los cinco, porque ambas reflejan los problemas de la adolescencia durante la década del 80, y por eso hay una escena que los homenajea. Y al estar basada en la vida de una persona real llamada Sarfraz Manzoor, hace que el público conecte rápidamente con los problemas de su protagonista y pueda pasar un rato agradable viéndola en familia.