Esta cinta perteneciente al interesante nuevo cine chileno, nos presenta una excelente interpretación de Catalina Saavedra, una fabula moderna sobre la lucha de clases contada a base de planos cortos y climas claustrofóbicos.
El director trasandino Sebastián Silva logra una pintura fresca y original de cada uno de los personajes que desfilan por la pantalla durante todo el metraje. Ironica, comprometida y hasta oscura por momentos, resulta una grata sorpresa del cine sudamericano.