Papá Noel se va a morir
Jon Lucas y Scott Moore (guionista de ¿Qué pasó ayer?) nos traen la comedia navideña de todos los años, llena de repeticiones, malos chistes, la palabra “vagina” multiplicadas cientas de veces y ninguna gracia.
La historia repite el estereotipo de una navidad caótica, donde tres madres se desviven por armar la festividad de navidad, hasta que … oh que sorpresa, aparecen las madres de estos personajes, cada una con su estereotipo propio (la criticona, la mejor amiga y la que viene a pedir guita), porque nunca está de más repetir cosas que ya se vieron sin originalidad alguna.
El largometraje trata de hacer una crítica a la posición de las mujeres como madres soportes del hogar, pero en ningún momento llega a ser efectivo, pierde todo el tiempo la seriedad con chistes fáciles, escenas de comedia física reiteradas y un falso drama muy básico. En sí, es simplemente un entretenimiento barato.