El año pasado se estrenó Bad moms, conocida aquí como EL club de las madres rebeldes, y fue una pequeña bocanada de aire fresco en las comedias, un género que vine muy bastardeado.
Se habían animado a chistes políticamente incorrectos y tenía escenas muy graciosas.
Lamentablemente esta secuela no está a la altura y defrauda.
El problema se encuentra en la inclusión de los nuevos personajes: la otra generación de madres.
Son todas actrices brillantes pero el guión no las ayuda para nada. A tal punto que las hace quedar un poco mal.
Lo bueno de la película original eran los desastres del trío compuesto por Mila Kunis, Kristen Bell y Kathryn Hahn, y aquí se ve muy poco de eso y encima repetido, casi calcado.
Los directores y guionistas Jon Lucas y Scott Moore no logran replicar lo que habían hecho antes. Los chistes fallan y la película aburre.
Lo único que se puede resaltar de La navidad de las madres rebeldes es la gran química en el elenco. Pero no más que eso.