No llores
Una niña de 9 años vive el margen de la sociedad junto a su padre alcohólico que también la mantiene al costado de su vida y quien a pesar de encargarse de ella al darle de comer y enseñarle a sobrevivir, no abundan sus expresiones de afecto o incluso siempre la conserva en habitaciones/casas separadas. La historia arranca con la llegada del padre enfermo y la caída de un temporal provocando que la niña se quede sin respaldos ante el mundo. A través de su mirada cálida e inocente conjugada con la propia imaginación de la niña, la película encuentra un tono mágico y atrapante. Sin embargo, la trama presenta un núcleo muy frágil ya que al no explotar sus conflictos sino decantarlos provoca que cualquier imperfección, por más chica que sea, aburra o se vuelva densa. No obstante, sus altibajos nunca impiden que el espectador disfrute de esta verdadera rareza cinematográfica.
La película se desarrolla a través de dos ejes centrales sumamente interesantes: la relación entre una niña con su padre agonizante y la pobreza extrema mirada desde la cotidianidad con orgullo. Dentro del conflicto familiar se despliega una importante trama donde la hija observa y padece de forma consciente como su padre se va muriendo, ya que al inicio ella enfatizó su deseo de que él muriese. Si bien los diálogos anuncian más que nada su padecer por la supuesta responsabilidad, la mirada de la hija si muestra desencanto y angustia. Mientras tanto, la pequeña comunidad en la que viven se mantiene entre el júbilo alcoholizado y las desgracias de su situación. Aunque es en realidad más un ambiente que una historia, los hechos de la lluvia, la explosión de la represa y la aparición de la civilización moderna la vuelven un ente poderoso por si mismo. Un conflicto basado en el orgullo de pertenencia a un lugar combatido a cualquier costo cuyo oponente podrá ser visto de manera opresiva, pero racionalmente no esconde ninguna maldad hacia los protagonistas.
Sin embargo la trama encierra algunos problemas como los enormes animales imaginarios de la niña o sus diálogos en off que a pesar de brindar un lado poético a la trama, nunca se asocia de manera natural al relato y parece estar siempre muy forzado. Incluso los momentos con el pueblo inundado tampoco revelan demasiado y la trama se estanca en situaciones bastante diluidas que aburren bastante. No es hasta que el agua desciende cuando la película se saca la máscara de incertidumbre para mostrar su cara más cruel y conmovedora.
"La niña del sur salvaje" es una historia rara ya que se sitúa en un lugar olvidado por la sociedad: un sitio sin tiempo ni ubicación en las que sus habitantes se mueven a su ritmo y deseos. En ese lugar aisladoel mundo, un niña demuestra toda su ternura a la vez que recibe el rápido asenso a la adultez. Un relato inteligente, fuerte y muy emotivo.