Cuento de hadas y retrato social “hiperrealista” llevan necesariamente a la alegoría. En este film donde una nena de seis años se enfrenta a la disolución de su mundo (mensaje ecológico mediante, de paso cañazo) no se registra excepción. Pero cuando lo fantástico e irreal irrumpe sin atenuantes, el film adquiere una dimensión mayor. Como se sabe, ninguna ensalada es original del todo y esto es eso, una ensalada que, en más de una secuencia, contiene ingredientes sabrosos. Sí, sí, la nena es adorable.