La supervivencia en primer plano queda registrada en La noche de 12 años, un filme que coloca la esperanza y la luz en el encierro que sufrieron José Mujica -el español Antonio de la Torre-, quien luego sería Presidente de Uruguay; Eleuterio Fernández Huidobro -Alfonso Tort-, ministro de Defensa, y el periodista y escritor Mauricio Rosencof -Chino Darín-, durante la dictadura militar en Uruguay.
El director por Álvaro Brecher -Kaplan, Mal día para pescar- muestra sin tapujos el aislamiento y los experimentos secretos a los que ellos fueron sometidos por el régimen dictatorial uruguayo en esta travesía hacia el infierno.
La incomunicación -tenían prohibido hablar entre ellos- y la denigración humana alcanzan límites insospechados en esta propuesta que convierte doce años de un encierro inexplicable en una verdadera pesadilla. Sin embargo, la esperanza se mantiene viva a través del lenguaje en códigos que los presos desarrollan tras las rejas o el impulso creativo de Rosencof en la redacción de cartas de amor para que un militar -de quien se gana su confianza- enamore a una joven, el espíritu lunático de Huidobro y la convicción política de Mujica.
La película transita por momentos duros y nunca deja de lado la tensión en cada una de las escenas que plasma con eficacia hasta el momento en el que los tres personajes abandonan la cárcel y se reencuentran con sus familiares.
Entre la denuncia, la pintura de una época negra, los flashbacks y la emoción colocada al servicio de una historia que golpea fuerte, la película logra su cometido y pinta su universo con trazos rojo sangre.