La noche de los 12 años es una película muy fuerte, de esas que desestabilizan al espectador. Me puso muy incomodo y me generó asfixia por momentos. Y que un film cause eso es mucho.
Estaba poco familiarizado con los 12 años de prisión que padeció Pepe Mujica junto a sus compañeros, y aquí el relato sirve a su vez como una lección de historia en lenguaje cinematográfico.
El realizador Alvaro Brechner hace un excelente trabajo para generar climas desolados y desesperación. También logra causar mucha bronca. Asimismo, encabeza un gran equipo de producción que hizo una espectacular recreación de época.
Ahora bien, lo más atractivo de la película es la interpretación de sus protagonistas, quienes componen a tres militantes de la agrupación Tupamaros: José “Pepe” Mujica (Antonio de la Torre), Mauricio Rosencof (Chino Darín) y Eleuterio Fernández Huidobro (Alfonso Tort). Cada uno está excelente en su papel, de la Torre enorme y a la altura de la figura en su temprana edad, y mostrando unos cuantos matices.
Y el Chino encantando una vez más, consolidándose como el mejor de su generación, película a película. Los tres dejan bien en claro y sin lugar para cuestionamientos, la gran intención de Brechner: generar incertidumbre pese a conocer cómo finalizan los hechos.
Así, mostrando mucha crudeza, una muy justa reivindicación y aplauso para tres hombres que soportaron el infierno en vida, La noche de los 12 años se perfila como una gran candidata latinoamericana a quedar seleccionada a los Oscars.