Su desarrollo se basa en hechos reales y todo transcurre en épocas de dictadura en las cárceles uruguayas (1973-1985), donde hay seres humanos que sufren torturas atroces no solo desde lo físico sino también desde lo psicológico y donde la única forma de comunicarse entre ellos era a través de las paredes en código morse.
Además se muestra el horror de la prisión, el martirio, los tormentos, lugares inmundos y claustrofóbicos, hasta la experiencia de convivir con roedores, la falta de comida, carceleros indeseables, un verdadero infierno, donde varias de estas situaciones pueden recordarnos películas como: “Expreso de medianoche”o “Papillon”. Lo que conmueve en esta historia son esos 12 años de padecimiento en distintas cárceles; y como a pesar de tanta monstruosidad el relato se toma sus tiempos para darle una cuota de humor cuando por ejemplo uno de los presos no puede ir al baño, entre otras situaciones.
Todo este contexto se da bajo las excelentes actuaciones de: el actor español Antonio de la Torre (como José “Pepe” Mujica, quien fue Presidente de Uruguay 2010–2015), el actor argentino Ricardo “Chino Darín (como Mauricio Rosencof, escritor, dramaturgo y periodista uruguayo) y el actor uruguayo Alfonso Tort (como Fernández Huidobro quien ejerció el cargo de Ministro de Defensa Nacional durante la presidencia de José Mujica y la segunda presidencia de Tabaré Vázquez) quienes bajaron más de 15 kilogramos. Dentro del elenco secundario encontramos: la estupenda interpretación de el actor uruguayo César Troncoso como ese militar indigno, la actriz uruguaya Mirella Pascual se luce como esa madre que sufre y debe contenerse ante tanta desdicha, el actor argentino César Bordón quien vuelve a lucirse en un personaje. Buena reconstrucción histórica, tiene ritmo, tensión y a pesar de todo deja un mensaje de esperanza. Un film excelente que debería competir en los Premios Oscar y Goya.