Arrolladora cinta de acción y horror, con un planteo súper original y un manejo de la tensión que crece a medida que avanza el metraje.
Hay sangre (mucha), asesinos con mascaras que ponen los pelos de punta, secuencias de suspenso extremo y obvio… un final con vuelta de tuerca
Ethan Hawke, un cada vez más habitual del género, se toma muy en serio su papel de padre acosado y su labor actoral es fundamental para que la película resulte creíble. Horror urbano directo y contundente.