Es una película bien hecha pero que provoca no poca perturbación en el espectador. Lo que se plantea de entrada, en un próximo futuro, es la existencia de una sociedad que solucionó temas sociales, y logra logró esto porque hay una noche libre al año con licencia para matar. Negocio olímpico para un hombre dedicado a vender sistemas de seguridad. Pero en esa larga noche todos los valores se subvierten y todos se transforman en lobos sin piedad. Durísima, mantiene la tensión.