Mundo salvaje
"The Purge" es una película bastante más provocativa de lo que se aprecia a simple vista. Sí, plantea un mundo ridículo y violento, pero ¿nos pusimos a pensar que tan ridículos y violentos podemos llegar a ser en la vida real? Creo que acá está el punto fuerte de este trabajo del director James DeMonaco, más conocido en el mundo del cine por sus labores como escritor en “Asalto al distrito 13” y “El Mediador”. El planteo puede gustar más o menos, pero indefectiblemente es un concepto original, que no se ve todos los días en el cine, sobre todo en el género del terror que tiene muchas fórmulas agotadas, como por ejemplo las posesiones y los espíritus malignos. En "The Purge" se supo captar bien la creciente turbulencia que estamos viviendo en el mundo actual, con hechos violentos cada vez más comunes en las comunidades, y a eso se le agregó un toque de humor negro. Tiene algunas locuras que también se agradecen, bizarras y hasta cómicas, un tanto parecidas a las que presentó esa joyita llamada “The Cabin in the Woods” (salvando las diferencias, por supuesto). Pero no todo es color de rosa con esta película. Más allá del nuevo concepto atractivo, muchas de las secuencias de terror terminan cayendo en los lugares comunes de la mayoría de los trabajos de este tipo. Hachazos, cuchillos varios y apariciones sigilosas detrás de puertas y ventanas seguidas de un fuerte golpe de sonido para hacer saltar a los más vulnerables en sus butacas. Otra cuestión también un tanto floja tuvo que ver con los villanos del film, que están poco desarrollados y en muchos casos nos termina dando igual si mueren o desaparecen de la pantallas como por arte de magia. Por su parte, la familia compuesta por los actores Ethan Hawke (papá Sandin), Lena Headey (mamá Sandin), Max Burkholder (Charlie Sandin) y Adelaide Kane (Zoey Sandin) están muy bien en sus roles, sobre todo los adultos que ya tienen una larga experiencia en cine y TV. Ethan se sigue consolidando en el género del terror y el suspenso, mientras que Lena acrecienta su perfil de chica dura de la gran pantalla.
La trama por momentos atrapa pero pierde fuerza cuando se incluyen algunas vueltas de tuerca demasiado concentradas en lo visual, en vez de apuntar a aterrorizar mentalmente al espectador, algo mucho más efectivo por estos tiempos.
Una buena opción de terror que sin ser fabulosa, entretiene y hasta deja reflexionando (un poquito) sobre nuestro comportamiento como seres humanos.