Un thriller futurista y atractivo que contiene: suspenso, tensión, terror y un planteo interesante.
El film comienza mostrando un país violento y devastado, en las calles se ve solo muerte, agresiones, el delito crece día a día y las cárceles se encuentran colmadas de presos. El mundo cada día se ve más violento, el ser humano para sentirse superior o cuidarse de algunas situaciones compra más armas. Para conseguir lo que quiere organiza guerras, muchas de estas son por el territorio ya que esto da más poder, aumenta la agresión, el desorden y el descontrol.
Hasta que llega 2022,en un futuro no tan lejano, la economía de los Estados Unidos se ha recuperado, bajó el desempleo, la pobreza y la tasa del crimen, y esto parece que es porque el gobierno autoriza solo una vez al año durante 12 horas a las personas a matar, violar o cometer cualquier delito, y esto es totalmente legal, nadie puede acudir ni: a la policía, bomberos, los hospitales u otro tipo de ayuda y nadie será castigado, todo es legal, esto se lo conoce como “la purga”.
De esta forma ingresamos a un barrio agradable en las calles de San Francisco, California, en la mañana Grace Ferrin (Arija Bareikis) le señala a Mary (Lena Headey), que muchos de los vecinos comentan lo importante que se ve su casa, y que eso se lo deben a ellos que le han comprado el sistema de seguridad a su marido James Sandin (Ethan Hawke) y que la vida acomodada y su riqueza se la deben a los muchos que contribuyeron.
Hasta que llega la noche de “la purga”, James es pacifista y no va a participar ,Mary lo apoya, ellos tienen dos hijos Zoey (Adelaide Kane) una adolescente que sale a escondidas con un joven más grande que ella llamado Henry (Tony Oller), y Charlie (Max Burkholder) que es el más chico, se divierte con su robot que pasea por toda la casa con una camarita incorporada y es el único que cuestiona la necesidad de la purga, entretanto sus padres tratan de explicarle porque ellos no van a participar.
Ellos a través de los monitores ven lo que sucede a fuera, es una noche plagada de violencia y el problema surge cuando Charlie ve a un hombre de color lleno de sangre (Edwin Hodge), fuera de la casa pidiendo ayuda, el chico desactiva el sistema de seguridad y lo deja entrar. A raíz de esto surge el conflicto dentro y fuera de la casa porque un grupo de personas piden su derecho de purga.
Se despierta el odio, la envidia y las broncas, las desigualdades económicas que juegan un rol importante, todo se transforma en un dilema moral, se envuelve en un ambiente siniestro, claustrofóbico y de desesperación, aparecen las culpas, sale a la luz la bestia que tenemos adentro, ¿todos somos un poco monstruos? y ¿Qué harías por salvar a los tuyos?
Este film tuvo un costo de 3 millones de dólares y ya lleva recaudado más de 85 millones, está bien pensado, para entretener y reflexionar, una inquietante lectura sobre la violencia social; interesante desde la acción y el mensaje. Ya anunciaron que habrá secuela, se viene “The purge 2” para el 2014.