Buena dosis de susto
Muy al estilo "Poltergeist", el mismo director de "Saw, el juego del miedo" continúa su saga de terror con un filme sobre fantasmas y más allaces. Josh y Reani forman una pareja con tres hijos que se muda a una nueva casa. Allí las cosas se complican. Uno de los niños recibe un golpe y entra en un coma profundo que los médicos no consiguen diagnosticar. A eso se suman ruidos y apariciones inexplicables. Tan mal les va que deciden mudarse nuevamente, pero la cuestión no se resuelve hasta que llaman a una medium. Con buenas dosis de susto y sin sangre a borbotones, "Insidious" (su nombre en inglés) retoma el tema de la otra dimensión, donde quedan varados los muertos que no consiguen descansar. Y si bien al principio parece una película de terror más, de esas en que el espectador está esperando un giro dramático a la historia, luego se va convirtiendo en un buen ejemplo del cine de suspenso. Lo interesante en realidad es que los acontecimientos no se amontonan y surge claros en la lectura del guión. Allí hay algo que nadie puede aclarar y esa misma es la carnada a la que apela la cinta para atraer y entretener. Y hasta es fácil asociarla al filme de 1982 producido por Steven Spielberg, y a su saga, pero la diferencia es la cotidianeidad en la que se desarrolla la película. Vale.