La guerra en los escritorios
Interesante película que narra a través de los ojos de una mujer el dificultoso trabajo de hallar a la persona más buscada y escondida del planeta. Aunque arranca con demasiados altibajos, la historia va encontrando su camino a la mitad de su duración para luego crear un enorme relato lleno de tensión y emoción.
Lo primero que uno tiene que saber es que "La noche más oscura" es una película basada en hechos reales contemporáneos y de muy público conocimiento. Lo cual quiere decir que si uno quiere enterarse de todos los detalles o seguir de forma entera a la trama, va a tener que hacer memoria. No obstante, en este caso, también implica que la historia esta atada a esos sucesos y eso puede ser malo o bueno. Lamentablemente acá, no están beneficioso para una trama que al tener que recorrer 10 años termina viajando a la deriva por todo ese tiempo sin tener un rumbo definido. La realidad demuestra que la verdadera trama comienza a la mitad de la misma con la caza concreta del mensajero de Osama Bin Laden.
Hay dos marcadas tramas en la película, una proviene de la extracción de información proveniente de las torturas y la otra ocurre con la acción detectivesca de hallar con registros de llamadas u otros dispositivos de inteligencia al nombre surgido de las torturas. El problema es que la primer parte es totalmente desechable por el grado de influencia nulo que tiene con los hechos posteriores y a pesar de tener buenos momentos, como la explosión del coche bomba, no hay fuerza emocional que recorra estas escenas. Lo cual si sucede, en la segunda trama, donde aquí ya tenemos a una Jessica Chastain más decidida y convencida quien a través de todo su empuje va resolviendo el caso con toda su tenacidad e incluso hay mejores escenas de tensión e intriga como el reconocimiento del mensajero.
Ahora otro punto también ambivalente es el caso del personaje de Jessica Chastain quien a principio de película todo lo que hace es su trabajo y no tiene ninguna emoción particular con él, pero con la trama ya casi completada ya muestra sus signos de obsesión. No es que la actriz haya dado un mal trabajo, pero la realidad es que no logra darle a su papel la consistencia necesaria para mostrar su angustia por no cumplir su trabajo. Son más las palabras de sus colegas las que describen a su personaje que sus acciones o gesticulaciones. Sin embargo, apenas se descubre el Bunker es cuando ella ya da señales claras de fuerza y su actuación resulta impresionante y muy emocionante.
Por otro lado, "La noche más oscura" tiene un desarrollo impecable que culmina de la mejor forma con la última misión cuyos minutos expresan una tensión incalculable. Es probable que haya algunas situaciones que se empiezan a repetir o se anuncien demasiado, como los distintos ataques a los funcionarios de la CIA. Ya que si estamos ante una película de rutinas y de repente se muestran momentos cotidianos ausentes de la rutina de la trama es obvio que algo va a suceder y, por ende, no hay sorpresa. No obstante, si hay en toda la trama un ritmo incesante que mantiene al espectador expectante de lo que pueda suceder.
Por último, es importante destacar que estamos ante una película apolítica cuyo oportunismo y cercanía con los hechos originales la volvieron política. Si uno analiza el desarrollo de los acontecimientos notará enseguida una relación causal que no propone denostar ni redimir los hechos, solamente los expone y esta en el espectador aprobarlos o no.