La vena cerrada de Estados Unidos
Zero Dark Thirty - La noche más oscura (2012), nuevo film de Kathryn Bigelow, relata el operativo secreto llevado a cabo por la CIA para capturar a Osama Bin Laden, líder de la organización terrorista Al Qaeda. Por el tema que decide abordar y por sus cinco nominaciones a los premios Oscar es este uno de los films quizás más esperados y controvertidos del año. Es sabido que la captura de Bin Laden fue un acontecimiento histórico que atrapó la atención del mundo entero, pero quizás para los norteamericanos este film sea una manera de cerrar capítulos en su historia, aunque más no sea través de la “ficción”.
Kathryn Bigelow – ganadora del Oscar como mejor directora por Vivir al Límite (The hurt Locker, 2008) - propone al espectador seguir muy de cerca la operación, cuasi detectivescamente, a través de Maya (Jessica Chastain), una agente de inteligencia que se involucra con el caso. En un comienzo es su profesión la que la vincula con dicha empresa, pero, de a poco, encontrar a Bin Laden se convierte en un tema casi personal. La película, basada en relatos de hechos verídicos, intenta acercar al público a la desesperante y angustiante situación de seguir pistas sin lograr resultados. Y pretende mostrar muy de cerca la estructura de poder política y económica vinculada a dicha operación.
Los primeros audios del film son las voces de las víctimas del atentado a las Torres Gemelas, grabaciones de gente que está atrapada en el lugar. Estas voces duran apenas segundos, pero es claro que a partir de allí el 9/11 queda como referente obligado para seguir la película, y por decantación, el subtexto es: “alguien tiene que pagar por las víctimas de aquel día”. Esa es toda la información que basta para seguir la película, y también lo que la justificaría. Por decantación nuevamente aparece el segundo subtexto para el film: “no habrá mea culpa en las dos horas y media de duración”.
No quiere decir esto que todo el film construya una mirada maniquea sobre el tema. Deja entrever que la estructura militar de Estados Unidos es mucho más importante que cualquier cosa y que culminar una operación multimillonaria sin resultados exitosos representaría una gran vergüenza. Pero esta línea es apenas sugerida, pues aquellas que podrían abrir preguntas sobre qué significado tuvo para el país semejante despliegue están más que censuradas.
Zero Dark Thirty - La noche más oscura puede decirse que consigue una representación emocionante de los hechos. Más allá de si al espectador le interesa o no el tema, el film tiene recursos para lograr intriga y suspenso. Pero si bien la identificación con la protagonista se construye, a veces es posible perderse en diálogos un poco confusos, con nombres y detalles de la operación que entorpecen un poco la trama y la aletargan.
Seguramente que las premisas que sostienen el film despierten muchas y variadas ideas. Y, aunque ideológicamente es discutible, hay una calidad y una pretensión de fidelidad al mundo militar que realzan el valor del film. Pero también es cierto que sus intenciones políticas, que en ningún momento pretende ocultar, terminan por limitar un film que está hecho a la medida de un país.