La directora se las arregló para crear tensión hasta el último segundo con una historia que todos sabemos como termina, y jugó nuevamente con libertad con los distintos momentos de acción del relato. Con una soberbia actuación protagónica (el mejor trabajo de Chastain hasta la fecha). Una cinta polémica, algo excesiva de diálogos, pero que nunca pierde fuerza.