La comedia española dirigida por Inés París capta la atención del público con un guión signado por los enredos, el humor y las buenas actuaciones.
Isabel (Belén Rueda) organiza una cena junto a su marido (Eduard Fernández) y la ex mujer de él (María Pujalte), una directora de cine que quiere que el reconocido actor argentino Diego Peretti forme parte del elenco de su próxima película. A la reunión también asisten de manera imprevista el ex de la anfitriona (Fele Martínez) con su nueva pareja (Patricia Montero). Pero lo más sorpresivo es cuando ocurre un hecho que puede marcar un antes y un después en la vida de todos.
La noche que mi madre mató a mi padre mantiene el ritmo de comedia en todo momento. Y las situaciones se articulan de manera efectiva conformando un relato de “puertas” (que bien podría ser trasladado al teatro). Aunque la intensidad va en aumento y hacia el final decrece.
Rueda, Peretti (haciendo de sí mismo), Fernández, Pujalte, Martínez y Montero interpretan de forma excelente sus roles y son funcionales a un film en el que cada personaje está muy bien delineado.
Enredos, humor negro y grandes actuaciones hacen de La noche que mi madre mató a mi padre una película divertida para pasar un buen rato.