Enredados
La comedia de enredos es un género popular en el ámbito teatral, sin embargo, también aparece a menudo en el mundo del cine. Se caracteriza por partir de un conflicto o malentendido y a partir de ahí desencadenar situaciones disparatadas que van complejizando la gravedad del problema inicial. La noche que mi madre mató a mi padre (2016) es una película española perteneciente a este género, escrita y dirigida por Inés Paris, quien ya tiene un importante camino recorrido en la comedia con películas como A mi madre le gustan las mujeres (2001) y Semen, una historia de amor (2005).
La noche que mi madre mató a mi padre cuenta la historia de Isabel (Belén Rueda), una actriz en crisis por la dificultad de conseguir un papel a su agrado a sus cuarenta años de edad, quien junto a su marido Ángel, escritor de novelas policiales, (Eduard Fernández) organizan una cena en la mansión familiar para convencer a un actor argentino que protagonice su próxima película. Este actor es interpretado por Diego Peretti, quien hace de él mismo, aunque con características más descabelladas. En la reunión también se hacen presentes la ex mujer de Ángel, Susana (María Pujalte), quien es directora de cine; Carlos (Fele Martínez), ex marido de Isabel, que asiste con su nueva novia Álex (Patricia Montero). En una cena en la que se ponen en juego los intereses de cada uno de los personajes, un hecho inesperado sorprende a los protagonistas de la velada y los agrupa en una serie de situaciones tragicómicas de las que será complicado salir airoso sin haber puesto previamente las manos en el barro.
“La clave del éxito de la comedia de enredo es gente miserable”, expresó el actor estadounidense- canadiense Matthew Perry. Los personajes de La noche que mi madre mató a mi padre exponen sus miserias al máximo con el correr de los obstáculos que deben superar para salir sanos y salvos de una velada que parecía estar bajo control. Belén Rueda y Eduard Fernández se lucen interpretando a un matrimonio feliz por momentos, desencantado por otros, en los que no falta ocasión para reprocharse mutuamente los defectos del otro. Diego Peretti si bien actúa de sí mismo, arranca mostrándose como se lo puede ver en alguna entrevista televisiva, pero con el correr de los minutos se involucra en las situaciones cómicas con acciones disparatadas y el espectador se olvida de Diego y lo ve como un personaje, todo gracias a su gran labor. El resto del reparto, integrado por María Pujalte, Fele Martínez y Patricia Montero, está acorde al nivel actoral de los protagonistas y cada uno tiene sus escenas de lucimiento.
Los inconvenientes surgen en la historia cuando se llegan a predecir ciertas resoluciones de conflictos que aparecen en el relato, debido a que cae en clichés. Por otra parte, si bien se trata de una comedia en la que está aceptado convencionalmente que las situaciones se exageren para generar la risa, algunos hechos parecen incluidos de manera forzada.
Respecto a los aspectos técnicos, la película tiene un trabajo de fotografía correcto, con un buen uso de los espacios, sobre todo teniendo en cuenta que casi todos los acontecimientos se enmarcan en la mansión durante una misma noche. La banda sonora a cargo de Arnau Bataller ambienta inmediatamente y de forma precisa las situaciones del film.
La noche que mi madre mató a mi padre es una comedia de enredos que reúne todas las características necesarias del género, y a pesar de caer en algunas obviedades del mismo, no deja de ser una buena opción para disfrutar en las salas. Una historia que se enrosca sin parar con el correr del film, en la que se destacan las actuaciones de Belén Rueda, Eduard Fernández y Diego Peretti, y en la que es imposible no reír.