Cine de terror ruso con una premisa más que interesante: la maldición nacida de la tradición de pintar los ojos de los muertos para la foto, como forma de honrarlos y preservar su alma. Cuando el antepasado de la familia protagonista, en tiempos antiguos, vio morir a su novia el día del casamiento y se negó a aceptar semejante destino, dejó a sus descendientes la carga de alimentar al fantasma hambriento de, sí, adivinó, novias vírgenes. Así llega a la casa sombría, en tiempos de hoy, la joven protagonista con su pareja, un muchacho ambiguo que pronto desaparece, dejandola con un grupo de familiares más bien extraño. La idea del sino causado por las fotos mortuorias promete, pero lamentablemente La Novia la aprovecha poco, apenas como disparador para otro ejercicio trillado de terror. La realización y el bajo presupuesto suman a los resultados discretos. De todas formas, si sos fan del género y en tanto film menor, se deja ver.