La novia

Crítica de Rosana López - Fancinema

UNA NOVIA POCO RADIANTE

Desde la fría Rusia llega esta mediocre producción de más de un millón de euros. La novia es la tercera obra de Svyatoslav Podgayevskiy, especializado en el género de terror y reconocido en su país natal.

La novia es una película claramente dividida en dos partes. La primera y la mejor dura 10 minutos, funciona a modo introductorio y fue el gancho comercial en los tráilers para obtener espectadores esperanzados en ver algo de buena calidad. En esta primera parte situada a principios del Siglo XX y con cierto aire gótico se observa cómo un fotógrafo toma imágenes de una difunta novia en pleno rigor mortis. Con gran suspenso -que recuerda al cine de James Wan- y la complejidad de mantener al cadáver derecho para tomar “bellas imágenes”, parece que el único objetivo es volver a la vida a esa hermosa joven a través de la inmortalización de las fotos. Para la época y como era en el tradicional imaginario desde los aborígenes nativos de distintas regiones, todos ellos creían en ese mito folklórico que una imagen tomada podía robar el alma de una persona. En el film, y con ese prometedor inicio, hay un poco de estas creencias.

La segunda parte tiene que ver con la actualidad. Hay una parejita de comprometidos a punto de casarse que viaja a la casa familiar del novio. Un enorme caserón de estilo colonial en medio de una zona rural que servirá de lugar para el casorio oficializado. Claro que para la rubia Nastya, la novia protagonista, la cordialidad de la familia de su prometido le resultará demasiado extraña. Convencida por ciertos indicios, no tardará en descubrir -como Mía Farrow en El bebé de Rosemary– que algo siniestro se entreteje a su alrededor.

Entonces, lo que equivale a todo el desarrollo y parte del final resulta con serios problemas de ritmo narrativo y actuaciones acartonadas y pobres. Al film, en resumidas cuentas, le cuesta unir ese “evidente” salto temporal entre la introducción y el resto. Se toma mucho tiempo para resolver esta situación primordial y las secuencias de miedo sobrenatural, cuando aparecen, son toscas y mal resueltas.

Punto a favor para La novia es su factura técnica y la calidad de imágenes donde se nota toda la inversión dispuesta por el director. Pero no alcanza con un mal guión que no llega a buen puerto y menos aún si los actores no son creíbles en sus roles. Por todo esto, el film resulta un aburrimiento de extensos minutos que tendría que haber optado por desarrollar en profundidad la historia de la introducción o sólo quedarse en un logrado cortometraje.