Una vuelta de tuerca
Si hay algo que no se puede decir de La obra secreta (2018) es que la artista visual Graciela Taquini, que a sus 75 años debuta en el cine, no encontró una forma original de documentar una historia real a través de la ficción.
La obra secreta se centra en la figura de Le Corbusier y la única obra que el reconocido arquitecto francés realizó en Latinoamérica: la casa Curutchet, ubicada en la ciudad de La Plata y que sirvió como locación central de la película El hombre de al lado (Gastón Duprat y Mariano Cohn, 2009), escrita por Andrés Duprat, responsable también del guion de este trabajo.
La trama se articula a través de dos personajes Por un lado Elio Montes (Daniel Hendler), un arquitecto admirador de la obra de Le Corbusier que trabaja como guía en la casa que el arquitecto diseñó a la distancia y nunca conoció. Mientras que por el otro se cuenta una hipotética llegada de Le Corbusier a la ciudad de La Plata actual. Ambas historias derivan en tres líneas narrativas: la figura y el pensamiento del arquitecto francés, su influencia sobre el arquitecto argentino devenido en guía, y un análisis exhaustivo de la obra a través de un recorrido por la reconocida casa.
La unión entre Taquini, figura indiscutible del video arte y las artes electrónicas, con Andrés Duprat, arquitecto, curador de arte y autor de numerosos guiones, entre ellos el de la premiada El ciudadano ilustre (2017), origina una propuesta que le escapa a todos los lugares comunes de la clásica docuficción, donde en la mayoría de los casos se ficciona un hecho real y se lo entrelaza con material de archivo.
En La obra secreta la ficción sirve como puente para, a partir de ésta, abordar no solo un análisis de la arquitectura de la casa Curuchet sino también la figura del propio Le Corbusier, de manera didáctica, entretenida, con la información necesaria y sobre todo a partir de un formato netamente cinematográfico que deleitará tanto a expertos en el tema como aquellos que quieran empezar a indagar en el fascinante mundo del arte y Le Corbusier.