Esta es la ópera prima de la artista y curadora argentina Graciela Taquini. Este film nos hace ingresar a la única obra de Le Corbusier en la Argentina es la Casa Curutchet, una vivienda unifamiliar construida en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, entre los años 1949 y 1953.
Su relato es como una fábula que nos da la posibilidad, de manera imaginaria, ver a Le Corbusier (Mario Lombard) viajando en tren en el siglo XXI en un espacio no realista, con una imagen imprecisa recorriendo distintos lugares, se escucha la voz en off en francés, con pensamientos, descripciones y frases de este artista que visitó la Argentina en 1929.
Pero aquí el protagonista es la Casa Curutchet, en ese recorrido esta Elio Montes (interpretado por Daniel Hendler) un arquitecto que organiza visitas guiadas, con un toque ocurrente tiene la figura de Le Corbusier dibujada en un cartón que la utiliza en sus actividades, le otorga dinamismo, sus definiciones son didácticas, con toques de humor, con buen ritmo y una buena estética. Además va mostrando, enseñando y relatando distintas curiosidades de sus obras.
Este personaje, Elio Montes, comparte con sus visitantes lo que decía la crítica de este artista que era un ser: egocéntrico, autoritario y mentiroso pero él dice que era un ecologista, un humanista en pleno siglo XX y un revolucionario preocupado por mejorar la calidad de vida. Pero a solas se da sus tiempos para cuestionarle parte de su vida.
El guion es de Andrés Duprat (El Ciudadano Ilustre, 2016), Director del Museo Nacional de Bellas Artes Producción: Mariano Cohn, Gastón Duprat y Fernando Sokolowicz, Dentro de su desarrollo se hace alguna referencia al film “El hombre de al lado”.