La oscuridad es una propuesta cuya premisa tranquilamente podría haber formado parte de un capítulo de la serie La Dimensión Desconocida.
Esta es una historia apocalíptica donde la amenaza que enfrentan los protagonistas no son zombies ni virus letales, sino la oscuridad.
Las personas que quedan atrapadas en la oscuridad, por razones misteriosas desaparecen y para sobrevivir los protagonistas deben permanecer siempre en la luz.
La idea de la historia está muy buena y el director Brad Anderson hizo un muy buen trabajo al comienzo del film, a la hora de presentar la trama con logrados climas tenebroso.
Lamentablemente no consiguió mantener el mismo nivel de suspenso en el resto de la película.
La Oscuridad es el clásico film que comienza muy bien con una historia que te engancha y después se desinfla mal.
Un problema de la película es que a lo largo de su desarrollo la trama deja abiertos demasiados interrogantes básicos que nunca se llegan a responder, como qué demonios es la supuesta fuerza diabólica que ataca a la gente a través de la oscuridad.
En el fin de los tiempos, de M Night Shyamalan, por lo menos sabíamos después que toda era una venganza de la naturaleza.
Por más ridículo que resultara el concepto, dentro de todo uno por lo menos entendía por qué la gente se suicidaba de repente en las calles.
En este estreno todo queda a la deriva. Supongo que si le escribís al director por mail te cuenta que de iba la historia y lo que quiso hacer con ella.
Es una lástima porque la idea era atractiva, pero al no tener un rumbo definido, el film se volvió monótono y repetitivo.