Denso Filosorror
Vanishing on 7th Street o La Oscuridad como se titula para nuestro país, es un film difícil de encasillar, de terror pero con toques dramáticos de aires filosóficos, con una premisa buena que se va diluyendo con el pasar del tiempo, que plantea varias dudas en el espectador, pero dudas que resultan tan tediosas que parecen más una molestia que una oportunidad de reflexionar, y quizás ese es el punto más débil de esta película que está pasando sin pena ni gloria por nuestra cartelera.
Dirige el talentoso Brad Anderson, responsable de rodar "El Maquinista", aquella cinta donde aparece Christian Bale pesando 54 Kg. haciendo una interpretación muy buena y jugada. También ha dirigido varios capítulos de TV para series como Fringe y Masters of Horror. En esta ocasión se nota la impronta de Anderson, pero creo que se pasó de rosca con el concepto de la oscuridad, la luz, el fin del mundo, la religión, la culpa, y muchos otros conceptos que trató de conectar en una película que se transforma en una experiencia bastante densa por momentos.
La historia trata de que un día cualquiera, sin aviso ni razón aparente, desaparecen todas las personas del mundo, tragadas por las sombras que parecen tener vida propia y ¿desintegran? a todos los seres humanos que aunque sea por 1 minuto se alejen de la luz, de cualquier tipo de luz. Claramente se le imprime una connotación religiosa que por momentos se torna siniestra, donde se juega con la idea de que las sombras son en realidad la dimensión donde los protagonistas deberían estar y la luz es una trampa para mantenerlos atrapados en el miedo (visión de una religión manipuladora), mientras que en otros momentos la luz es la salvación para no terminar comido por los seres de las sombras que toman a veces, la forma de nuestros seres más queridos que ya no están con nosotros representando tentaciones irresistibles. Entre medio hay delirios varios de parte de los protagonistas, que en vez de acercarlos al espectador, los baña de repelente cinematográfico hasta el punto de que no nos importa mucho que termina sucediendo con ellos.
Una cuestión respetable y para resaltar es el muy buen trabajo sobre la figura de la oscuridad en el aspecto técnico, un concepto que a muchos (me incluyo) nos ha sugestionado durante gran parte de nuestras vidas y ha generado miedo en muchas ocasiones. Cuando termines de verla te quedará la inquietante sensación de no querer circular solo por lugares oscuros.
Como no hay más nada para resaltar, en general diría que no es una película recomendable.