Una película que deberia permanecer en las sombras…
Como dato principal podemos mencionar que La oscuridad es solo es una película post-apocalíptica más del montón. Y, hablando de montones, es gracioso ver que el afiche del filme es demasiado parecido a una de las principales imágenes de Soy leyenda. Diciendo esto damos un hincapié al tema principal de la nota. “Vanishing on the 7th street” (traducido al español como “Desvanecimiento en la calle 7”) es solo una burda película que no aporta nada nuevo. Efectos decadentes, historia poco solida, y un argumento altamente agotador y para nada cautivador.
Todo sucede en un escenario aparentemente mundial donde un gran apagón sumerge todo en la oscuridad y las penumbras, la gente desaparece como por arte de magia, desvaneciéndose y evaporándose en el aire y dejando así simplemente sus pertenecías y atuendos. Pero entre tanta oscuridad y miedo hay algunos sobrevivientes. Ahí entra un reportero llamado Luke (Hayden Christensen), el cual despierta y se encuentra con que el mundo tal como lo conocía no existe más. En su intento de sobrevivir se encuentra con varios personajes, entre ellos Rosemary (Thandie Newton), Paul (John Leguizamo) y James (Jacob Latimore). Ellos son los protagonistas de esta tediosa y extensa película en donde lo único que los mantendrá vivos es la luz.
La oscuridad es una de esas películas lentas. Los personajes son cansinos y agotadores, al cabo de unos pocos minutos puede aburrir verlos en la pantalla. No hay diálogos realmente memorables y probablemente el único momento donde un personaje queda bien parado ante una situación, teniendo una línea algo imponente y heroica, es una propaganda descomunal a una marca de autos. Todos estos detalles que van deteriorando el entretenimiento que debería proveer el filme se mezclan con unos efectos de una calidad horrible para lo que es el cine actual, un guion aburrido, que, no aporta ni un mínimo encanto. La cinta es un recorrido de hora y media de puro aburrimiento y desconcierto de lo decepcionante que puede ser la película.
Otro punto importante es la falta de explicación. Si, hay una clase histórica presente que nos explica en líneas generales el gran inconveniente de la película, pero no hay algo consolidado o una historia del todo desarrollada. Si buscan una película dinámica y atrapante en esta no la van a encontrar. El escenario principal donde transcurre es un bar. Sí, hay salidas momentáneas, intentos de acción en la oscuridad y suspenso de tensión (cosa realmente no lograda en ambos casos), pero todo se presenta en el mismo plano sin gracia alguna.
Si bien las actuaciones no son atroces tampoco suman un grado de gracia a la película. Simplemente figuran allí, entre todos los problemas que presenta el filme. El director, Brad Anderson, simplemente cumple su labor entre un escenario culminado por la luz y la oscuridad que da una completiva altamente pobre y con poco que ofrecer.
Para cerrar es destacable que el movimiento cultural y representado en el cine sobre el mal en la oscuridad y la lucha de sobrevivir en ella no es tema nuevo. Es un tema que se presenta desde hace años y no solo en el medio de las películas. En los video juegos y libros la lucha de la luz contra las sombras no es algo nuevo, haciendo que la cinta tampoco aporte un nuevo escenario de terror y desesperación. Pero si entre todas estas cosas pensas que el filme va a aportar terror y suspenso, estas equivocado, no hay momentos para exaltarse y mucho menos para pegarse un buen susto.