Una Buenos Aires del futuro, de look retro, sucia, parecida a un basural, poblada de extrañas criaturas. Una ciudad donde conviven un frío asesino por encargo (Roberto Ajaka), un barman que espera le devuelvan a su esposa (Luis Ziembrowsky) y una angelical mujer que trae un trabajo para el cazarecompensas (Celeste Cid). Visualmente impactante, con algunas complicaciones en el argumento, con mucha mezcla de datos de terror y ciencia ficción. Pero igual vale.