Técnica demasiado ambiciosa para tan escasa sustancia
Las referencias a "Blade Runner" de Ridley Scott son obvias, y si bien hay mucho esfuezo e ideas visuales, el resultado es demasiado ambicioso para tan poca sustancia.
De todos modos "La parte ausente" no deja se tener cierto interés, no sólo en la imagen, que es lo que más se puede recomendar del film.
La acción transcurre en un futuro tan pintoresco como el del famoso film de Scott (aquí tal vez haya una pizca menos de presupuesto, eso sí) y por supuesto combina la ciencia ficción con el policial negro.
Hay un investigador (Alberto Ajaka) que recibe un trabajito demasiado riesgoso encargado por una beldad obviamente peligrosa (Celeste Cid, que tiene algunas buenas escenas pero podría estar mejor aprovechada), y en el medio aparecen muchos personajes oscuros y totalmente extraños, empezando por una buena muestra de mutaciones genéticas.
A nivel guión, lo mejor es la utilización del ambiente de un hipódromo futurista, que da lugar a buenas imágenes y también al sórdido zoológico humano propio de estos círculos relacionados con el juego y los negocios non sanctos. Pero lamentablemente el director se dispersa entre los aspectos visuales y no logra hilvanar de manera interesante una trama que juega a partir de clichés del género sin poder alimentar esos lugares comunes con ideas propias o el suspenso del caso.
A favor de "La parte ausente" hay que decir que técnicamente está muy bien, sobre todo teniendo en cuenta lo ambiciosa que es y lo relativamente discreto de su producción.