La parte ausente

Crítica de Lisandro Liberatto - Alta Peli

La Parte Ausente es una visualmente atractiva historia de ciencia ficción que se pierden en el camino.

Chockler (Eduardo Ajaka) es algo así como un detective/caza recompensas que es contratado por la enigmática Lucrecia (Celeste Cid) para dar con Víctor (Guillermo Pfëning), un misterioso fugitivo. Esto lo llevará a encontrar una extraña conexión entre las carreras de caballos y experimentos genéticos en seres humanos.

Un futuro confuso

Argentina y la ciencia ficción. Una historia breve pero satisfactoria. Si bien el cine no tiene tantos exponentes de este género como sí los comics o la literatura nacional, existen un puñado de interesantes películas como Invasión, Lo que vendrá, La Sonámbula o La Antena, que supieron explorar problemáticas políticas o sociales del país -o de la sociedad en general- plantando a sus personajes en mundos o futuros distópicos. Algo de eso se transmite a La Parte Ausente, pero no queda muy claro. De hecho, nada en la película queda muy claro.

La Parte Ausente es, a simple vista, una película atractiva. Es un film de ciencia ficción cyberpunk con fuertes influencias del cine negro. Algo así como si Blade Runner y Alphaville hubieran tenido en bebé. Los elementos para que funcione están ahí. Una ciudad oscura, un detective como anti-heroe y la femme fatale que termina por involucrarlo en un caso que se irá volviendo cada vez más personal. Al mismo tiempo todo se sucede en una Buenos Aires nocturna, futurista y post-apocalíptica. Pero los problemas llegan cuando es momento de hacer trabajar a todos estos elementos juntos, en una trama coherente, dinámica y bien cerrada.

Son muchas las cosas que suceden en La Parte Ausente y son muchos los personajes que vemos deambular por una trama que no sabe como contenerlos. En algunos casos desaparecen tan fácil como aparecieron, y en otros las motivaciones nunca terminan por quedar claras o simplemente nunca se molestan en introducirlos y desarrollarlos como es debido en la historia. Al mismo tiempo, la película nunca deja de introducir nuevos elementos al juego. Inevitablemente esto hace la trama se vuelve confusa y, peor aun, densa.

Es una verdadera lástima que narrativamente la película no funcione, ya que en otros aspectos logra sobresalir. Eduardo Ajaka y Celeste Cid, detective y famme fatale respectivamente, hacen buenos trabajos, al igual que Luis Ziembrowski en un papel secundario que es el que más cerca se encuentra de despertar algún tipo de sentimiento en el espectador. A pesar del bajo presupuesto, Maidana se las ingenió para transformar a la ciudad en la gran protagonista. Esto gracias a un cuidado y bien ejecutado trabajo de fotografía y post-produción, así como tambien de arte y vestuario. Sin dudas, el gran punto a favor de la película.

Conclusión

En su afán por presentar una historia compleja, que combina diferentes géneros y no deja de introducir nuevos elementos a su trama, La Parte Ausente se pierde el camino. El resultado es una cinta de ciencia ficción sin una idea clara detrás, que termina por desaprovechar todo lo bueno que tiene sucediendo a su alrededor, como son su interesante propuesta visual y algunas correctas interpretaciones.